1. Mi mujer el negro y yo el cabron de turno


    Fecha: 10/08/2020, Categorías: Sexo Interracial Hardcore, Voyerismo Autor: delmos2007, Fuente: xHamster

    ... como muñeca y de pie la montó en su mástil, mientras ella trataba de aferrarse rodeándolo con sus piernas. Realmente creí que ese miembro, parecido al de un burro, la podía lastimar, pero en lugar de eso, ella misma empezó a brincar tratando de clavársela toda, mientras el tipo, como toro embravecido embestía con toda su potencia, hasta que llego al fondo. Así estuvieron unos minutos, luego, bajándola sin ningún miramiento volteó a mi mujer colocándola bocabajo, le levantó el culo colocándola a cuatro patas, como una perra, y arrimó la punta de la polla a los babosos labios vaginales para comenzar a empujar. Aunque prometió delicadeza, no se anduvo con romanticismos, en cuanto tuvo metida la gorda cabeza comenzó a embestir con rabia metiéndole en cada golpe esa pollaza casi en su totalidad. Nada más sentir esa gorda morcilla penetrar en su cuerpo mi esposa comenzó a gemir de puro gusto y con las primeras embestidas del negro se corrió gritando sin pudor. Era una follada violenta, increíble, ambos gruñían como a****les, era una lucha sin cuartel, ella sudorosa y empujando en cada embate, el otro emocionado de encontrar una hembra que le aguantara plenamente. En su delirio me grito: “eres un tipo afortunado, muchas putas le huyen a mi verga y tu esposa la disfruta toda” “si pudiera te la robaría un todo un día para ver si es tan puta como la única prostituta nigeriana que no se canso hasta que le revente el culo” Ella ...emocionada le contestó: “deja de hablar negro cabron, ...
    ... ahora me estas cogiendo a mi y te voy a ordeñar, méteme toda la verga y préñame si eres tan macho, créeme que si voy de puta a tu tierra seria capaz de resistir a cinco putos como tu o mas vergudos”. Yo los observaba joder como hipnotizado. Jamás creí que ella pudiera decir lo que oi, no entendía donde le cabía tanto miembro. Sentí emoción de ver a esa mujer con la que he compartido los últimos veinte años de mi vida allí, tirada y gritando desbocada de placer, gozando como una perra viciosa, con la excitación y el deseo que comenzaba a poseerme, un deseo primario,un deseo tan intenso como no recordaba haber sentido nunca antes. Me saqué la polla por la bragueta abierta del pantalón. Fui a colocarme cerca de ellos para no perder detalle mientras me pelaba la verga y admiré la increíble metida que recibía mi esposa. Sus labios vaginales se veian inflamados, mientras ella gemía y pujaba con el diámetro y longitud de esa tremenda polla negra, se veía tensa y sudorosa, perdida en el placer de sentirse tan profundamente poseída, mientras el invasor entraba y salía de su cuerpo a un ritmo frenético. Al oír intensificarse de nuevo los gemidos de mi mujer, sabiéndola cerca de un nuevo orgasmo, fui junto a ella y comencé a pegarle azotes en las nalgas, con furia, gritándole que era hermoso tener una esposa tan puta, tan viciosa, que gozaba yo de verla tirada y follada como una perra. Con todo eso su orgasmo fue el más intenso y ...salvaje, a juzgar por sus gritos y sus obscenas palabras. ...