1. Mi mujer el negro y yo el cabron de turno


    Fecha: 10/08/2020, Categorías: Sexo Interracial Hardcore, Voyerismo Autor: delmos2007, Fuente: xHamster

    ... que yo mismo la llevara con un desconocido para que se la cogiera y no dejaba de hacer preguntas. -¿deberás es negro, mi amor? –si mujer, como el carbón- -¿y deberás tiene un miembro muy grande? –eso dijo y creo que es verdad- -Yo nunca he tenido uno así, ¿crees que pueda lastimarme? -No mujer, prometió ser delicado y solo llegar hasta donde tú quieras- - ¿deberás quieres que me coja un negro? ¿No te ofenderás después? -Para nada mujer, yo también disfrutare viéndote bien ensartada- -Mi amor, me dará mucha pena si lo disfruto y me ves perder la compostura- -Olvídalo, es tu día, podrás comportarte como quieras y me sentiré orgulloso de ser tu marido- -Mi amor, ¿trajiste condones extra grandes por las dudas? -No será necesario, traigo tus análisis y el prometió entregar los suyos antes de cualquier cosa, quiero que disfrutes al natural tu fantasía y ver si deberás aguantas un miembro enorme como dices cuando hacemos el amor. -Créeme que acepto el reto y lo intentare, solo te pido que me cuides y me ayudes para que no me lastime. Total, llegamos y todo sucedió como debía de ser. Los dos quedamos impresionados por el imponente negro: Más cuando se desnudo y pudimos ver que no mintió. Realmente tenia una verga enorme que emociono y atemorizó a mi esposa. Y no fui el único sorprendido. Ella al percatarse de la enorme polla que pendía a pocos centímetros de su cara, se incorporó y tendiò la mano hacia el miembro tímidamente, sin llegar ...a tocarlo, con la boca abierta de ...
    ... admiración, la lujuria ardiendo en su mirada y la respiración entrecortada por el placer. No pude dejar de ver lo atlético del hombre, alto, con brazos fuertes, músculos marcados por el ejercicio, piernas poderosas, con unas patotas y unas manotas impresionantes, tan impresionantes como lo negro y grande de su miembro. Sin la más mínima queja, sumisa y obediente, la como una puta experta, procedió al instante a lamer golosa las bolas del africano, mientras con la mano acariciaba y pajeaba el enorme tronco de ébano. - Joder –cuando empino a mi esposa y le dejo ir una parte, pensé sinceramente sorprendido- menuda tranca tiene el cabrón! Yo la contemplaba ahí tirada, despatarrada, con la cabeza de un hombre metida entre los muslos abiertos. Y esa mujer ¡era mi esposa, la mujer a la que durante tantos años creí conocer tan bien! Me sentía excitado y envidioso de no poseer una verga grande y potente, joven y vigorosa. Podía ver la boca de mi esposa, abierta al máximo, apenas conseguía engullir esa polla. Los labios tensos abarcaban con dificultad el ancho tarugo, cuya tercera parte, es decir, unos diez centímetros, le entraban y llenaban la boca. Encajaba el miembro con los ojos desorbitados y respirando sonoramente y con dificultad por la nariz. Por un momento me preocupé pensando que se iba a ahogar, pero me tranquilizó ver que sin cesar de mamar esa verga y con lágrimas resbalando por sus mejillas comenzó a gemir. Entonces el tipo, ...con la pija erecta y dura como un bastón, la agarró ...