1. Gracias a Felix...


    Fecha: 05/08/2020, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... contaría...
    
    La universidad empezó antes de lo que me esperaba, pero eso ya es otra historia. Hasta ahora, todo me ha ido bastante bien (los exámenes, agobiantes, pero todo bien). Y ahora lo que es importante es contaros cómo es Félix...
    
    Veréis, creo que tiene 42 años... ¡Pero eso ya me da igual! Hace unos años, a los 16 o 17, me acondicioné perfectamente a la vida como gay adolescente, es decir, tonteaba con gente del chat, internet... pero ya está. Sin salir del armario (aunque aún ni lo he pensado, la verdad). Y los hombretones de 40 años me recordaban demasiado a mi padre!!! Yo tenía expectativas con chavales de 20 años, quizás casi treinta... Pero es que Félix es el tipo de hombre adulto que es... muy hombre, muy macho español. Un tío con el que ir a tomar una caña y ver el partido de fútbol del domingo en el bar, un tío con el que reír bromas y chistes, un tío con el que hablar de tías y decir guarradas... Esos amigos de tus padres que te empiezan a tratar como un hombre cuando los acompañas para ir a tomar una cerveza y que te recuerdan la época en la que parecías un renacuajo que aprendía a ir en bicicleta.
    
    Félix en concreto es un hombre corpulento, casi siempre viste con chaqueta de traje abierta y una incómoda corbata sobre una limpia camisa que deja entrever los pelillos del pecho, tan negros... Voz muy profunda y algo gritón, por cierto, y una risa muy característica... Tiene pinta y fama de ser un juerguista, y un bromista. Ya se le ven entradas, aunque ...
    ... aún conserva el cabello castaño; los ojos pequeños y manos grandes, de currante, espalda ancha. Un hombre en definitiva con el que no me importaría tener "algo". Pero cuando otros hombres te dicen que tienen 40 años por el chat... me los imagino más mayores.
    
    Pues bien, todo comenzó a principios de curso. ¿Sabéis que pensé cuando antes de tener que estudiar tenía toda la tarde de todos los días para mí solo? ¿En alicante? Pues que tenía que desmelenarme, tenía que estar dispuesto a todo. Y no pude por menos que utilizar internet.
    
    ¡Dios mío, tarifa plana y sin hermanos que incordiasen, el ordenador para mí solo!
    
    El primer día tardé un minuto en meterme en la web porno homosexual más dura que encontré. Gocé como un guarro... lo reconozco. Vi fotografías, leí relatos, chateé... ese día me desquité del todo, sí señor.
    
    Lo peor fue que empecé a viciarme y quedaba con gente del msn para verme con ella todas las tardes a través del ordenador, hasta la hora de la cena, cuando me iba a casa de Félix: él y su mujer insistían en que cenase con ellos porque no les suponía nada. Yo, aceptaba. Vivían en la manzana de al lado, en un piso más grande y mejor amueblado, claro.
    
    -¿Tienes que estudiar mucho ya? –me preguntaron una de las primeras noches.
    
    -No, aún no mucho. Ahora más bien salgo por ahí con algún amigo, o lo más normal es que me quede con internet...
    
    -¡Ufff, internet! –exclamó Belén, riendo-. Mi marido lo usa constantemente, siempre encima del portátil. Como viaja ...
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