1. Todo queda en familia II


    Fecha: 03/08/2020, Categorías: Incesto Autor: shizu, Fuente: SexoSinTabues

    ... nalgas, la suavidad al masajear con rabia en mis manos su trasero me excitaba más. Me puse de rodillas y llevé mi boca a su humanidad. Los gemidos empezaron a nacer sutilmente desde su garganta hasta mis oídos, mis manos separaban a la par sus nalgas para permitir a mi lengua una incursión profunda en su ser la cual mis labios eran fiel aliado. Lamia, besaba, lamia, besaba, me intoxiqué con su sabor, me empapé de su humedad, me descontrolé con su textura. Me puse de pie, la erección que tenía no daba más. Bajé el broche de mi pantalón, dejé a la vista mi miembro para posarlo entre sus nalgas -Hazlo, házmelo. Suelta tu rabia conmigo- me pedía – házmelo duro y vente dentro mío – sus palabras eran punzantes clavos que se incrustaban en mis oídos para excitarme más. Con mi diestra tomo mi pene mientras introduzco sutilmente el glande. Dejándolo allí, domino su cuerpo desde las caderas con ambas manos y presiono fuertemente hacia mí. La penetro. Mi pene se desliza hacia su interior con ternura y maquiavélico placer. Mis manos presionan la piel de su cintura dejando huellas de pasión. Ella gime, yo la penetro. Empiezo a follarla fuerte, con ira. La cólera me domina, las imágenes de mi mujer follada por mi padre me llenan de rabia, los pensamientos de gemidos de mi mujer en esa misma habitación me excitan, me domina el sentimiento de venganza. Mas fuerte, más rápido, mas excitado. Con una mano la domino por el cabello y con la otra le presiono el cuello; es mía completamente. El ...
    ... sonido de las pieles chocar inunda la habitación. El sonido del escritorio moverse con furia raspando el suelo de madera se vuelve viajante por el espacio. Sus gemidos se hacen mas cortos y fuerte. Mi esposa estaba igual: dominada por dos hombres, follada por dos hombres, penetrada por dos hombres. Ella gemía como gemía mi hermana, ella gozaba como mi hermana, ella se movía como mi hermana, ella se mojaba como mi hermana, pero por dos hombres el cual uno era mi padre. Esa imagen mental, esa escena de mi mujer abierta de piernas, siendo follada, manoseada, siendo penetrada por el hombre que me dio la vida, me gustaba y me producía cólera. Imaginar como sus piernas se abrían de par en par para el mientras su boca mamaba a otro. Volvía a mi realidad, mi hermana con el vestido a medio cuerpo, sus piernas separadas mientras la follaba por atrás, sus nalgas blancas rebotando con el dulce baile del sexo junto a mi cuerpo, su cabello enredado en mis dedos hacía presión para que su rostro se apretara a la cubierta del escritorio, su espalda desnuda al cuelo dominada por mis besos. -No pares, sigue, sigue, eso – con voz temblorosa y casi a susurros mi hermana trataba de hablar- dame, dame, por favor…s…si…sigue -sus manos se unieron con fuerza al borde del escritorio, su boca se abrió hasta más no poder, sus ojos se cerraron y sus músculos empezaron a contraerse para dar pasos a espasmos involuntarios, el interior de su vagina se apretó volviendo una prisión orgásmica para mi pene: un ...