1. Inmigrante (10)


    Fecha: 28/07/2020, Categorías: Sexo Oral Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos

    ... desabrochaba mi camisa y casi me la arrancaba.
    
    El resto de las prendas siguieron el mismo camino con rapidez. Noté en Ana una pasión desmedida. Primero pensé que no podía ser por llevar mucho tiempo de abstinencia, pero no era el caso, así que la siguiente cosa que pensé era que actuaba así por celos o por demostrarse a sí misma, que tenía más influencia sobre mí que su amiga.
    
    El caso es que me aproveché de las circunstancias, la senté en el borde de la mesa y me puse a lamer sus pezones. Tenían sabor a la leche y no pude resistir la tentación de darles una chupada, sacarles unas gotitas y saborearlas.
    
    - Pst. Pst. Pst. Eso no. Eso es el pan de tus hijos.
    
    Sonriendo, baje hasta su coño y me puse a comérselo. Le hice un recorrido por la vulva, de abajo arriba con dos lametadas sobre su clítoris, lo que le hizo emitir un gemido de placer. Hice un inciso para decirle:
    
    -Y este el pan de su padre.
    
    Y seguí recorriendo su coño con la lengua. No tardó mucho en estar muy excitada y pedir que la follara, que quería sentirme dentro. No le hice caso y seguí chupando su clítoris y darle lametadas.
    
    Metí dos dedos en su coño, follándola con ellos y, sin dejar de atender a su clítoris, la llevé a su primer orgasmo de la noche. Cuando le llegó, presionó mi cabeza contra su vulva y la movió arriba y abajo, mientras emitía un largo gemido.
    
    -Ah, ah, ah, ah, ah, aaaaaahhhhh.
    
    Cuando se calmó, tiró de mi pelo hacia arriba para ponerme a su altura e insistió:
    
    -Clávamela ...
    ... ya.
    
    Se la metí de golpe y entró con total suavidad, de lo mojada que estaba. Ella me abrazó con sus piernas y yo me agarré a su culo, mientras empezaba a moverme despacio.
    
    Por encima del hombro de Ana, pude observar a Marga que nos miraba desde la puerta, al tiempo que se masturbaba con la mano bajo su falda. Le hice un gesto negativo con la cabeza y retiró su mano. Como no hice nada más, se quedó mirando y moviendo sus piernas y cuerpo.
    
    Yo seguía follando a Ana despacio, pero comencé a acelerar mis movimientos de entrada y salida.
    
    -Mmmmmm. Siiii. Sigue moviéndote. Me gusta cómo te mueves.
    
    -¿Te gusta así, despacio?
    
    -Me gusta cómo lo haces. Me gusta tanto si te mueves despacio como si lo haces rápido.
    
    -Contigo da gusto follar…
    
    -¿Lo haces mejor conmigo o con Marta?
    
    ¡GONGGGG! Pregunta envenenada. Creo que era el motivo de tanta calentura.
    
    Busqué la salida comiéndole la boca para evitar mi respuesta y más preguntas suyas. Retorcí suavemente uno de sus pezones entre mis dedos y le hice soltar un gemido apagado por mi boca.
    
    -Mmmmmmm.
    
    Aceleré mis movimientos en su coño, añadiendo nuevos besos y suaves mordiscos en sus lóbulos, hasta que le llegó un fuerte orgasmo en medio de un beso.
    
    -mmmmm mmmMMM MMMMMM
    
    Incrementó su presión sobre mi cintura con sus piernas y sobre mi cuello con sus manos.
    
    Cuando se relajó, la cargué sin sacársela y me dirigí al dormitorio, haciendo desaparecer a Marga a toda velocidad. Al entrar en la habitación llamé a ...