1. CADA VEZ ES MEJOR… AUNQUE ME GUSTA, ME PREOCUPA 3


    Fecha: 26/07/2020, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    CADA VEZ ES MEJOR… AUNQUE ME GUSTA, ME PREOCUPA 3 NO SÉ POR QUE OCURREN LAS COSAS QUE UN DÍA NOS CAMBIAN LA VIDA DESPERTANDO AL ANIMAL DORMIDO QUE LLEVAMOS DENTRO Hace más o menos seis meses me cambiaron el destino en que hacia mi trabajo. Me mandaron a hacer un reemplazo de un comisario a casi 250 kilómetros de mi lugar de origen, a un pueblito de casi dos mil quinientos habitantes. No conocía las características ni los hábitos sociales de la gente del lugar. Es una zona rural que no voy a describir en demasía porque no es el eje del relato. Sí diré que era bastante predominante en la zona la costumbre de practicar el incesto. Tan es así que en ese pueblo hay un dicho o adagio popular “si queres romper un virguito, apenas nace llevátela”. Tal pareciera ser que tan pronto pueden tolerar un miembro en la vagina ya las ejecutan. A veces es el padre, a veces los hermanos o algún pariente cercano. Predominaba el incesto del patriarca de la casa. Ocurrió como a los 15 días de estar allí el caso de una nenita de ocho años que fue violada en el rancho en que vivía y que le había contado a la maestra que fue quien puso la denuncia. La nena no quiso decir quien había sido y no hubo forma de que hablase. Se hicieron todos los trámites de rigor y, como siempre, pasó a archivo. Ahí fue que me interiorizaron de las características del lugar. Yo alquilaba una casita y me quedaba allí unos 20 días y volvía a mi casa por cinco días. Debía vivir en aquel lugar por el tiempo que me ordenaran ...
    ... y estaba solo. La madre de la nenita a la que llamaré Rosita, se acercó un día por el destacamento y se ofreció para la limpieza de la casa, el lavado de mi ropa y la comida. Como de verdad lo necesitaba la contraté por un poco de dinero a la semana. Ella venía el día lunes de mañana y se iba a su rancho los días sábado de mañana. La nena venia con ella. Yo pasaba en casa, a cuarenta metros del destacamento, la mayor parte del día así es que fui relacionándome con las dos. Especialmente con Rosita. Sucedió un día que la señora se indispuso y la llevaron al puesto sanitario de la zona y desde allí a la capital por una apendicitis. Rosita se quedó en casa. Esa noche yo hice la cena y cuando llego la hora nos fuimos a dormir. Como ya les conté tengo el hábito de dormir en calzoncillos. Yo uso bóxers. Cansado me dormí como a la 22 que, en el campo, ya es muy tarde. No sé en qué momento de la noche me despierta Rosita que temblando y llorosa se metió en mi cama. Afuera llovía fuerte y con muchos truenos. -Señor, tengo miedo. Dejeme dormir con usted… No me dio tiempo a decir ni si, ni no. Ya estaba metida entre las mantas acurrucada contra mi cuerpo en posición de cucharita… -Bueno, está bien Rosita. Tranquila, mamita. Ya está, ya está… Si lo hubiese premeditado seguro que no ocurría así. La cama era chica, de una plaza y media por lo que la cercanía de los cuerpos era inevitable. Es más el contacto era ineludible. Al parecer la nena acostumbraba dormir sin calzones y solo tenía ...
«123»