Despidiendome de mi amado - Relatos Eróticos

Despidiendome de mi amado

... memoria por siempreee aaahhhh!!!!

Me tomaba de mis muslos, cerca de mi cadera y me estaba dando bien rico, muy duro entraba y salía de mi encharcada vagina a un ritmo desenfrenado pero dándome un placer sin igual, no sé cuantas veces me había corrido ya, pero mis fluidos rebosaban mi vagina al grado que tenía mis nalgas súper mojadas al igual que su escroto al chocar contra ellas, yo no paraba de besarle gemir gritar y suspirar del gozo que sentía por tenerlo dentro de mi perforando con un ritmo tal que mis senos solo se movían al compas de sus duras embestidas dejándome a ratos desmadejada y si fuerzas, mis labios secos y fríos, mi cadera saliendo al encuentro de tan vigoroso miembro para encajármelo más si eso fuera posible, lo sentía topar con mi útero a cada momento, sus penetraciones me daba una sensación muy placentera que llegaba de mi vagina a mi ombligo, recorriendo mi vientre y senos para terminar electrizando mi nuca.

Besaba mi cuello, abría y acariciaba mis nalgas estrujaba mis senos uffff que placer tan intenso!!!! Sentía su dedo medio penetrar mi culito y rozar su vigoroso pene al entrar y salir de él, era como tener una doble penetración!!!! Uuufff que delicia!!!! Se subió a la cama puso una almohada en mis nalgas y en cuclillas me daba unas embestidas fantásticas y profundas que sentía como todo en mi interior se movía en cada penetración que en ocasiones tenía que poner mis manos en su vientre para que su pene no perforara mi útero, sentía como chocaba ...

... y se achataba su glande al topar en mi cuello uterino, me lo metía hasta adentro lo dejaba ahí palpitando y moviéndolo en círculos, rozando placenteramente mi clítoris ya súper irritado, parecía un pequeño pene de lo erecto que estaba, se podía tocar fácilmente de lo rígido y saliente que estaba, como nunca!!!

La cama crujía, sus bufidos en mi oreja aumentaban al igual que mis delirantes gritos, no me inhibía en lo más mínimo, no importaba en ese momento si me oían mis vecinos o no, quería gozarle como nunca y así lo estaba haciendo, nos giramos quedando él abajo y yo arriba, ahora era yo quien se movía más y controlaba el acto sexual, me apoyaba en la cama o en sus hombros y besándonos apasionadamente, subía y bajaba en su rígido mástil metiéndomelo por completo y quedando prácticamente sentada en sus testículos, que era lo único que quedaba fuera de mi, en eso sentí una sombra en la puerta de la habitación, me giré y era Brenda que sonriendo y moviendo la cabeza, cerraba la puerta, diciéndome en voz baja que venía con Arturo!!!!!!!

Eugenio intentó zafarse de mí pero no le dejé diciéndole que siguiéramos que estaba por terminar nuevamente, me encogí de hombro como diciéndole “no importa sigue”, continué cabalgándolo a un ritmo continuo, él apoyó sus pies en el piso y coordinaba sus movimientos a los míos haciendo que su pene entrara completamente en mi vagina, haciéndome chillar de placer!!!!

Así continuamos unos minutos más hasta que sonrientes los dos explotamos ...