1. Gloria y su abuelo


    Fecha: 08/07/2020, Categorías: Voyerismo Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    Gloria era una joven de una aldea muy remota a donde aún no había llegado la luz. Estaba entrada en carnes, sin llegar a ser obesa. Medía 1.56 cm. de estatura, era morocha, de ojos negros, el cabello lo tenía largo, recogido en dos coletas. La joven andaba semanas con la misma ropa y por eso la apodaban La Cerda. Vivía con Jaime, su abuelo, un hombre de 64 años, alto, al que apodaban El Seco, por ser muy delgado. Vivían de los productos que cultivaban en el campo y de sus animales, como todos los vecinos de Tronada, una aldea de menos de treinta habitantes, donde Gloria era la única joven, ya que los mozos y las mozas se había ido a la ciudad, unas a servir y otros a trabajar en la construcción.
    
    Un día, poniendo patatas en una huerta, Jaime, se cayó y rompió una cadera. Era un hombre rudo, pero en el camino al hospital, que quedaba a más de setenta quilómetros, el viejo, encima del carro de vacas que lo llevaba, lloraba como un niño con el dolor que sentía. Gloria se tuvo que quedar, ya que alguien tenía que dar de comer a los animales.
    
    Un mes más tarde volvía Jaime en una ambulancia con una cadera nueva. Lo metieron en casa en una camilla.
    
    Uno de los camilleros, de unos 25 años, guapo y fuerte, en la puerta de la casa, y antes de irse, le dijo a Gloria.
    
    -A tu abuelo hay que moverlo de posición y lavarlo todos los días, de lo contrario cogerá llagas en el culo. ¿Estás tú sola en casa?
    
    -Mayormente.
    
    -¿Qué significa eso de mayormente?
    
    -Que a veces también ...
    ... está el perro.
    
    -El perro no va a lavar a tu abuelo.
    
    -No, pero si lame una herida, la herida sana, tan cierto como que si no cagas te mueres.
    
    -Muy fina se ve no eres
    
    -No, Fina, es Fina y yo soy yo.
    
    -Fina es educada.
    
    -¡¿Fina?! ¡Si la oyeras jurar! Se caga en lo que no hay. El otro día fue a cagar al monte, en el medio de los fentos le iba una ortiga y bajó todos los santos del cielo.
    
    -No me has entendido, te quise decir que fina quiere decir educada, pero..
    
    -¿Y tú de qué conoces a Fina?
    
    -Olvídalo. Sólo por curiosidad. ¿Cómo se curó las ampollas de las ortigas?
    
    -¿Curar? Ahora se frota el monte de los pelos con ortigas.
    
    -Estás de broma.
    
    -¡Que va! Llevaba 40 años sin picarle
    
    -¡Cómo tendrá ese sexo!
    
    -¿El sexo es el coño?
    
    -Sí.
    
    -Y como lo va a tener a los noventa años, como un bebedero de patos.
    
    El camillero mayor, le dijo al joven.
    
    -Vete al grano que nos van a dar aquí las uvas.
    
    Por las uvas, Gloria, se acordó de lo que le decía su abuelo: "Cuando llega una visita a casa no se debe marchar sin tomar un vaso de vino. Hay que ser hospitalarios".
    
    -Esperad aquí que vengo ahora.
    
    -No podemos...
    
    Era excusado, Gloria ya se había ido. Al momento volvió con dos tazas grandes de barro llenas de vino tinto.
    
    -Tomad, que no se diga que en esta casa no tratamos bien a los hospitalarios.
    
    Los camilleros le echaron un trago. Dijo el camillero joven:
    
    -¡Está buenísimo!
    
    Al camillero mayor también le gustaba.
    
    -Deja un sabor a ...
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