1. Mi hijo tiene mejor verga que yo


    Fecha: 08/07/2020, Categorías: Incesto Autor: getaway11, Fuente: SexoSinTabues

    ... su cama, con una erección tremenda y masturbándose. Entonces me preguntó con su normal tono de tranquilidad si eso era lo que tanto quería ver. Me quedé paralizado sin entender lo que estaba pasando y solamente lo observé en silencio con la boca abierta. Entonces me dijo: papá has chateado conmigo y ni siquiera te diste cuenta de que era yo, me contaste todas tus fantasías y tu obsesión con esto. Me dijo mientras se agarraba la verga fuertemente y me apuntaba con ella. Como siempre, yo no entendí las intenciones de mi hijo, sinceramente había chateado con tanta gente anónima que no sabría cuándo hablé con él. Pero si pude notar que de nuevo tenía una erección en mi pantalón y no solamente eso, también se había empezado a manchar con gotas de precum. Mi hijo me habló: no te quedes ahí parado, me vas a hacer sentir como un tonto. Entonces me acerqué y me senté a la cama junto a él, aún no sabía que hacer, estaba entre la máxima excitación y congelado de miedo. Debo admitir que tenía tanta adrenalina que mis piernas y manos estaban temblando. Entonces mi hijo abrió una impresión de pantalla en su celular y me lo mostró. Era una conversación que yo no recordé en ese momento pero a medida que iba avanzando, mi memoria fue regresando. En el chat le confesaba que empece a tratar de espiarlo desde que tenía como 16 años, en la regadera, en su habitación e incluso en algunas piscinas pero que nunca lo había conseguido, luego le contaba la historia de cuando lo caché con su amigo, así ...
    ... como mis emociones y las ganas que me quedaron de ser yo quien le estuviera mamando la verga, además de que la obsesión solamente se había hecho más fuerte. Tenía muchos sentimientos encontrados, de cierta forma me sentía humillado, con mucha vergüenza pero no dejaba de estar excitado, además estaba sorprendido por la determinación de mi hijo al confrontarme así. Luego me agarró la mano y la puso sobre su verga, mientras me decía que él también estaba sorprendido de que yo hubiera tenido experiencias con hombres, que las historias que le conté lo habían excitado y que él no se sentía especialmente atraído por mí pero que sí tenía ganas de explorar un poco y ver que tan cómodo se sentía con eso. Oír sus palabras me tranquilizaron de cierta manera, por lo menos sabía que esto era consensual y que yo no lo estaba forzando. Entonces, con un poco más de confianza empecé a pajearlo. Sentir esa vergota con la que tanto había fantaseado finalmente en mi mano era tan irreal como haberlo visto teniendo sexo oral. Por si fuera poco, mi hijo me tomó del hombro y me hizo agacharme sobre él, luego me jaló la cabeza y la dirigió hacia su entrepierna, yo entendí que quería que le diera una mamada, así que finalmente pude cumplir mi fantasía y saborear ese delicioso dulce, tal y como lo había deseado tanto. No pude evitar acomodarme de rodillas, mientras él seguía acostado sobre la cama y mis manos empezaron a recorrer su cuerpo acariciándolo, pero él me tomó las manos y se las puso de vuelta ...