1. Esa fantasía


    Fecha: 07/07/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... sus lenguas de una forma tan lasciva que su saliva escurría por las comisuras de sus bocas, se colocaron entonces en posición contraria y empezaron a lenguetearse cada una la rajada de la otra
    
    - Silvia, que era la primera vez que chupaba el sexo de otra hembra, sentía un calor intenso que la llenaba toda, sobre todo por saber que estaba probando los jugos de su propia hermana.
    
    - Órale hermanita chúpame bien fuerte - Oía que le decía Silvia a Paola- lámeme, cómeme el biscocho, méteme tu lengua hasta dentro de mi vagina.
    
    Después de unas lamidas en la panocha, Paola se trasladó hacia las nalgas de su hermana mayor.
    
    - Hay hermana, que buen culo tienes, lo tienes bien peludo como yo, aunque más grande -Decía Paola mientras le daba tremendas lengüetadas entre las dos grandes nalgas de Silvia- Tu sabor a culo me excita. - con las dos manos abrió las nalgas de Silvia y lamió con fuerza el ano de su hermana.
    
    - Eso .- decía Silvia- déjamelo bien limpiecito - mientras metía tres dedos en la rajita de Paola-
    
    - Méteme más dedos hermanita, todos los que quepan - le decía Paola - mientras continuaba lamiendo y tratando de meter su lengua lo más profundo que podía en el ano de su hermana, el cual tenía ese excitante sabor acre que bien conocen todos los que han lamido antes un ano.
    
    Mientras tanto, Rubén me estaba dando una mamada que duró no menos de 10 minutos, me lengüeteaba desde los huevos hasta la punta del glande, luego se lo metía todo y succionaba. Las dos ...
    ... hermanas se volvieron hacia nosotros y Paola se sentó en mi cara, y mientras yo le lamia la panocha y el ano, mi esposa se colocó atrás de Rubén y empezó a lamerle las nalgas, acercándose poco a poco a su ano, -el es bastante lampiño por lo que tiene un ano rosado y casi sin pelos- entonces se clavó entre sus dos nalgas dándole una lamida de culo que incluyó meterle la lengua entre los pliegues del ano hasta abrirlo e introducir su lengua los más profundo que podía.
    
    Unos instantes después Silvia se levantó y me dijo que Paola y ella querían vernos haciendo un sesenta y nueve. Eso por supuesto implicaba que yo también se la mamara a él, dude un segundo y me decidí a complacer a mi esposa. Tomé la iniciativa y me acerqué gateando a la verga palpitante de Rubén quién me veía con ojos expectantes. Tomé con una mano aquel pedazo de carne caliente y me lo metí en la boca iniciando un movimiento de succión, mientras con la mano subía y bajaba la piel de aquella verga. Rubén se metió debajo de mi y empezó a hacer lo mismo
    
    Paola y Silvia se colocaron cada una detrás de su marido y nos empezaron a meter, lubricándonos con saliva, primero un dedo en el ano, después dos y así hasta que al poco rato ya tenían tres o cuatro metidos hasta dentro de nuestros rectos. No pudiendo aguantar más y casi al mismo tiempo, Rubén y yo terminamos, derarmando una gran cantidad de semen dentro de la boca del otro, yo traté de tragar lo más que pude pero era tal la cantidad que una parte se derramó sobre ...