1. Esa fantasía


    Fecha: 07/07/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... cabezona, por lo que Silvia estaba feliz succionando aquel pedazo de carne
    
    De repente, hubo un cambio en el rumbo de la situación, estabamos tan juntos que las pieles se tocaban continuamente Rubén y yo estabamos lado a lado pero en sentido inverso y nuestros muslos chocaban, extrañamente eso empezó a inquietarme un poco, para mi sorpresa, casi casualmente Rubén rozó con su mano mi verga, no pareció ponerle atención, pero un minuto después lo volvió a hacer y una tercera ocasión ya no se aguantó y me djo,
    
    -¿ Puedo?
    
    - ¿Que? le dije yo sorprendido,
    
    - ¿Que si puedo agarrarte la verga, la tienes bien buena. No nos vamos a hacer gays por un poquito de diversión.
    
    A mi no me disgustaba tanto la idea.
    
    -Órale le dije, sírvete
    
    Para mi sorpresa, él ni tardo ni perezoso se me fué encima y me agarró la verga con fuerza y se la metió en la boca como si fuera el último bocado en el mundo, empezó a succionar tan fuerte que parecia me dejaría seco,
    
    Silvia ante esa escena, casi se viene en se momento, una de las fantasías de ella era precisamente verme con otro hombre, Yo estaba tremendamente excitado por ser la primera vez y se sentía rico, también el hecho de pensar en que era el esposo de mi cuñada, padre de mis pequeños sobrinos, quién me la estaba mamando me excitaba tremendamente.
    
    -Paola le decía entretanto a Silvia, - Le gusta mamar verga a este cabrón, y a mi me gusta verlo mientras lo hace, ¿Tu marido nunca te ha dicho que le gustaría hacerlo?
    
    - Algunas ...
    ... veces le he preguntado y no me dice ni si ni no, realmente yo creo que no le disgustaría, le dijo mi esposa, - A mi me gustaría ver como se la mama a otro hombre y como se la meten en ese culo peludo que tiene.
    
    -y Tú, nunca has mamado una panocha? le dijo Paola
    
    - NO, Nunca, aunque he pensado a veces en eso.
    
    - ¿No quieres aprovechar?- le dijo Paola abriendo un poco las piernas para dejar ver su panocha peluda, con el agujero del coño un poco abierto entre los dos labios que se abrían escurriendo sus jugos- al fin y al cabo no nos van a hacer caso un buen rato.
    
    - Peeero, somos hermanas! ¿me estas diciendo en serio? - Silvia fingía resistirse, aunque reprimia apenas las ganas de lanzarse sobre la vulva jugosa y peluda de su hermana.
    
    - Hermana, sé que eres bien caliente desde que estabamos chicas, además te veo las ganas en los ojos, así que no te reprimas y ven comerte el bizcochito de tu hermanita menor.
    
    Silvia, mi esposa, era la señal que estaba esperando, ya totalmente deshinibida, le dijo - Así que somos un par de putas que nos gusta ver como nuestros maridos se maman la verga mientras tu y yo, que somos hermanas nos chupamos nuestras panochas,
    
    - Pues si, hermana, yo si soy bien puta en la cama, y a mucha honra, me gustan que me cojan por todos lados, y me gusta tanto con hombres como con mujeres, chupar tetas, panochas, ya te contaré otro día lo que hemos hecho Rubén y yo para no aburrirnos.
    
    - Sin esperar más se empezaron a besar, acariciándose con ...