El Intruso Capitulo 4 - Relatos Eróticos

El Intruso Capitulo 4

... la miraba y se la comía con la mirada, mi mujer se subió en la cama y gateando se puso a un lado de él y en esa misma posición metió su cabeza en la entrepierna, mamó el pene de mi compadre por encima del bóxer, él cerró los ojos y mordió su labio sintiendo como ella mojaba su bóxer. Mi mujer puso una mano en el elástico y jaló el bóxer hacia abajo, mi compadre le ayudo levantando sus caderas y bajándolo con sus manos, su verga brinco como siempre erecta y llena de venas, mi Carmen la vio arrobada y lentamente abrió su boca y sin usar las manos el glande entro en la boca, era una técnica depurada que ella usaba para mamarle la verga, su cabeza subía y bajaba, mi compadre abría y cerraba sus ojos, lo mismo que su boca y los gemido empezaron a emerger de su boca. Mi niño dormía plácidamente a un lado de ellos, su ojitos cerrados y su reparación lenta y profunda marcaban el sueño profundo en el que estaba, se mecía un poco con el vaivén de la cabeza de mi mujer sobre la verga de ramón que ya la sujetaba de la cabeza con sus manos para marcar el ritmo que a él le gustaba. ‐ Ponte de lado, ya te la quiero meter ‐ Si mi amor Mi corazón brinco al escuchar el “si mi amor” que mi mujer le dijo, no sé si era parte del goce sexual o mis sospechas de que ya lo quería más que a mí; aún con mi corazón palpitando vi como Carmen sonriendo dócilmente se acomodó de lado a ramón, levanto ligeramente la pierna para darle paso a la verga de ramón en su raja. ‐ Mmmhhh Carmen gimió cuando ramón ...

... le acomodo su enorme tolete en la raja, entró hasta la mitad y mi mujer apretó sus labios de placer, ramón sacó un poco la verga solo para regresarla y meterla completamente ‐ Aaahhh Volvió a gemir y la danza sexual se inició, ramón la bombeaba fuerte, estaba muy excitado, la cama se movía mucho y mi niño se mecía con ella, su carita parecía decir “no” de tanto movimiento, su respiración seguía lenta y profunda, lucía como si participara en un temblor del que no se diera cuenta, solo que el epicentro del mismo era mi esposa y mi compadre cogiendo como locos. ‐ Aaahhh mas fuerte si… así mi amor mas Nuevamente el “así mi amor” con el que Carmen pedía más verga, eso hacía que mi corazoncito se angustiara, ya lo llamaba “mi amor” sin ningún problema, estaba tan excitada que no le importaba que estuviera viendo como le entregaba el alma a mi compadre, el cual obedientemente le seguía metiendo y sacando la verga, la tenía sujeta por una cadera, Carmen estaba toda doblada para mantener su culo en pompa y permitir el libre bombeo de mi compadre. Mi niño dormía plácidamente a su lado, seguía meciéndose con el vaivén de los copuladores y mi compadre arremetió más intenso sobre mi Carmen, la fue empujando y poco a poco quedaron muy cerca de mi niño, tanto que Carmen pudo pasar su brazo lentamente y logro abrazarlo. El cuadro era enternecedor, Carmen abrazaba a Toñito y lo sostenía en sus brazos mientras ramón le daba duro en su raja, Carmen tenía a mi niño muy cerca de ella tanto que ...