1. El amigo de mi marido


    Fecha: 23/06/2020, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... una mañana Marcos me contó al despertar, que había tenido un sueño extraño, me veía en él, teniendo sexo con otro hombre, la verdad que ese comentario me asustó mucho, pero me dijo que lo más extraño de todo, era que eso le había excitado, el verme como yo estaba excitada y que incluso, en un momento de la escena, el se metía al juego con migo y ese desconocido, yo sólo lo miré muy fijamente. La verdad que esa idea igual me comenzaba a excitar, ya que sólo sería sexo, le pregunté con un poco de temor a su reacción si le gustaría intentar, Marcos accedió y planeamos incluir a Pedro en la fiesta, obviamente aún no le contaría lo ocurrido con él.
    
    Planeamos ir a bailar los 3 y que en ese lugar yo comenzaría con algunos roces con Pedro cuando me tocara bailar con él.
    
    Así lo hicimos, me coloqué un vestido corto, y calzones pequeños, y nos encaminamos. Llegamos a un local alejado de la ciudad, entramos, todo el ambiente era propicio, música, luces bajas, y bastante gente, comenzamos tomando algo en la mesa, luego el primer baile lo hice con mi marido, bailamos y sensualmente, me tomaba a ratos de la cintura y me apegaba mucho a su cuerpo, luego de unos minutos Marcos le insinuó a Pedro que me sacara a bailar, entre movimiento y movimiento, Pedro pasaba a rozar mis senos, igual me tomaba de las caderas, pero con las manos un poco ...
    ... más abajo, con dirección más hacia mis nalgas. Luego de un rato nos fuimos a sentar, pero esta vez me senté junto a Pedro y Marcos a nuestro frente, entre conversa, comencé a rozar mi pierna junto a la de Pedro, como ya habíamos tenido un encuentro previo, no me resultó muy difícil que Pedro entrara en el juego, sobretodo cuando baje mi mano y se la coloque de lleno en su paquete.
    
    En un acto reflejo Pedro me abrazó y me comenzó a acariciar la espalda delante de la mirada de mi esposo, sus caricias eran cada vez más sensuales, hasta comenzar a trasladar sus manos por mis costados, acercándolas cada vez más hasta mis pechos, los que muy descaradamente me comenzó a manosear por encima de mi ropa.
    
    Al ver esto, Marcos propuso que dejáramos el lugar y nos fuéramos a otro sitio más discreto, el mensaje era claro para nosotros, nos retiramos a la casa, la verdad que esa noche fue fantástica, nunca había sentido tan fuerte el sexo al ser poseída por 2 hombres a la vez, quienes me acariciaban al mismo tiempo, cada uno se encargaba de un seno, mientras uno me lo metía por la vagina, el otro me metía su venoso y duro pene en la boca.
    
    Fue una aventura muy excitante que repetimos cada vez que tenemos la oportunidad, la verdad es que después de eso pude diferenciar entre hacer el amor y tener sexo, la primera sólo lo haces con tu pareja. 
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