1. La historia de Ángel, solo era un muchacho (16)


    Fecha: 25/06/2017, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... le encienden los ojos recordando lo que tu le decías.-su voz sonaba hueca, sin entonación, como el que tiene que dar un recado que le disgusta decirlo pero no tiene otra opción.
    
    -Hablará con su tío, con Eduardo, con David, te sacará de esa vida.
    
    -¡Pablo! -ya lloraba a lagrima viva sin poder responderle.
    
    -Gracias, gracias Pablo.
    
    -No llores, me enfada que lo hagas, ahora que tienes que estar alegre, nos veremos pronto, el fin de semana estaremos ahí, quiere dejar arreglado que otros compañeros se encarguen de sus pacientes.
    
    Nos despedimos, mejor dicho fue él quien dijo adiós, yo no podía hablar. Cuando salí de la biblioteca Eduardo me esperaba en el pasillo paseando. No pude hacer otra cosa que abrazarme a él y seguir llorando, pero ahora con unas manos que me quitaban las lágrimas de la cara y unos labios que me mimaban besándome.
    
    -Tranquilo pequeño, tranquilo, he hablado con Álvaro, él y Pablo me lo han contado todo. No volveré a entregarte a mis amigos y lo hablaré con don Manuel y David, no te preocupes, todo se va a arreglar.
    
    Esa noche abrazaba el cuerpito de dulce en la cama y pensaba lo que sería en adelante mi vida, cambiaba tan repentinamente que me desbordaba, y no llegaba a unas claras conclusiones sobre lo que Álvaro quisiera para mi y lo que pasaría de mi relación con Pablo, es verdad que en ningún momento me había dicho que me quisiera, ni lo había insinuado, pero yo percibía que algo sentía hacía mi aunque no supiera si era lo mismo de lo que ...
    ... yo sentía hacia él, quizá me quisiera como a un hermano y me había llegado a coger cariño porque Eduardo me había dejado a su cuidado. ¿Y yo qué era lo que sentía?
    
    Pues le quería y necesitaba lo mismo que a Álvaro y eso no podía ser así.
    
    Sin darme cuenta me iba quedando dormido, con una inmensa sonrisa de felicidad que hasta Dulce la notaba y ronroneaba de gusto entre mis brazos.
    
    Uno de esos días Ana me llevó a un centro paramédico, para que me perforaran las orejas y poder usar los pendientes que conseguí por la follada que me dio Millán. Fue como un simple pinchazo y prácticamente sin dolor, me gustaba ver como relucían y me sonreí en el espejo que el enfermero portaba. Sentía que aumentaban mi atractivo, lo mismo que el de Oriol.
    
    Las clases de conducir iban muy bien y mejoraba, hasta yo me daba cuenta, Damián iba siempre en el asiento trasero con otro estudiante que cogería el coche después de de que yo terminara, nunca hablaba para nada. Desde que le frenaron para que no se sobrepasara parecía otra persona, pero no terminaba de confiar en él, había algo maligno en su mirada que me daba miedo.
    
    Llegó el jueves y cada vez me sentía más alegre, pensando que el fin de semana estaba próximo y Álvaro vendría con Pablo, a pesar de todo me notaba inquieto por las decisiones que pudieran tomar sobre mi futuro.
    
    Damián me dejó ante la puerta de la academia con el tiempo justo para subir a la sala de música y comenzar mi clase. Martina estaba corrigiendo la posición ...
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