1. La obra de teatro


    Fecha: 15/06/2020, Categorías: Jóvenes Autor: edgarcast, Fuente: RelatosEróticos

    Me quedan unos pocos créditos de libre elección en la universidad, decido entrar a teatro. Supongo que es una buena manera de relacionarme con más gente, ya que soy un chico tímido.
    
    Es mi primer día en el grupo de teatro. No he actuado nunca, ni en las obras del colegio, pero es una gran manera de conocer a nueva genta, sobre todo a nuevas chicas, parece efectiva la cosa porque al poco rato de entrar en el teatro te veo llegar. Notas que me quedo mirándote bobamente, me miras y cuando me doy cuenta de ello aparto la vista algo nervioso. -Empezamos bien- pienso.
    
    Una vez acabas de hablar con uno de nuestros compañeros te acercas a mí, parece que no te ha molestado. Me alegro un poco.
    
    - Hola soy Marta, ¿eres nuevo en el grupo, verdad?
    
    - Sí, yo me llamo Pablo- te contesto con voz nerviosa, hace mucho tiempo que no hablo con una chica.
    
    Durante la hora y media que dura la clase estamos juntos; hablamos, nos vamos conociendo y nos reímos juntos. Es fascinante, tenemos muchos aspectos en común. Estoy confiado, hacía mucho tiempo que no tenía una conversación tan larga con una mujer, esto me llena suficientemente de valor para invitarte a merendar. A mi sorpresa aceptas.
    
    Nos sentamos en un banco de la plaza que hay enfrente del teatro, con cara de cansada me dices -Tengo los hombros cargados-. Sin decir nada me levanto y empiezo a masajeártelos, primero pones cara de sorpresa pero a los pocos segundos la cambias por una de placer, empiezo masajeándote suavemente ...
    ... para acabar de una forma más brusca, notas mis cálidas manos sobre tus hombros, poco a poco los músculos se te van relajando y entras en un estado de relax total.
    
    - Pareces que estabas muy tensa, ¿mucho mejor ahora?- te pregunto sin separar mis cálidas manos de tus hombros.
    
    - Sí, muchas gracias. Últimamente tengo mucha faena y no tengo tiempo a practicar yoga.
    
    - ¿Yoga?- respondo con cara de asombro.
    
    Te levantas, coges mi mano derecha y con cara sonriente me dices -¿Te gustaría probarlo?-, con cara de asombro asiento la cabeza. Así que nos dirigimos hacia tu casa, no queda muy lejos de donde estamos, durante el camino me vas explicando en qué consiste el yoga. Llegamos.
    
    -¿Quieres tomar algo antes de empezar?- me preguntas.
    
    -No, gracias. Tengo muchas ganas de empezar.
    
    Empiezas explicándome cuatro posturas muy fáciles, según tu, las dos primeras me salen a la perfección, a la tercera tienes que venir a corregirme, me tocas la cintura y las piernas para corregirme. Me pongo rojo como un tomate de la vergüenza, estoy nervioso, por mi cabeza pasan mil cosas menos dicha postura. Me resbalo y te hago resbalar.
    
    Estamos en el suelo, caes encima mío, me pongo aún más nervioso, pero por suerte rompes ese incomodo silencio con unas carcajadas. Nos reímos los dos, aún sigues encima mío, al cabo de unos minutos nos callamos y nos miramos fijamente a los ojos. Te dejas caer del todo, noto sus grandes senos contra mi fornido pecho, tu notas mi abrasador cipote contra tu ...
«123»