1. Diario de un putito (2)


    Fecha: 06/06/2020, Categorías: No Consentido Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... puerta me rodeó la cintura con un brazo, me estrechó contra él y su boca buscó la mía mientras yo sentía en mi vientre la prometedora dureza de su verga…
    
    -Qué provocativo te viniste, nene… Linda ropìta… -dijo después de un beso largo y apasionado…
    
    -Es que quiero gustarle cada vez más, señor Roque… -dije con un ronroneo…
    
    Él me tomó de una mano y prácticamente me arrastró por el living…
    
    -No perdamos tiempo, Jorgito… ¡Me tenés muy caliente!... –dijo mientras atravesábamos ese ambiente donde había una mesa principal con seis sillas a su alrededor, una mesa ratona ante un sofá ubicado contra una de las paredes, varios cuadros y una cortina de gasa blanca cubriendo el gran ventanal que daba al balcón…
    
    Una vez en el dormitorio, tan espacioso como el living, comenzó a desvestirse muy apurado: -Desnudate, Jorgito… -me ordenó y entonces me quité la ropa tan apresuradamente como él… En ese momento mis sensaciones de ansiedad, miedo y deseo se acentuaron y comencé a respirar fuerte con la boca bien abierta para que el aire llegara a los pulmones…
    
    Por fin estuvimos los dos desnudos y nos miramos… A mí me dio mucho morbo su piel lechosa, sus carnes flácidas, su pelambre grisácea y abundante en el pecho… Un típico viejo de ésos que me calientan tanto… ¡Y qué delicia su verga a media asta hasta ese momento!, pero ya bien gorda y que yo me encargaría de poner dura y lista para entrar en acción…
    
    Él hizo que girara despacio sobre mis pies y cuando volví a quedar de frente ...
    ... me dijo con la voz algo enronquecida: -Qué cuerpo tenés, Jorgito… ¡Qué culito!... Esa cinturita… Esas caderas… ¡Esas piernas!... Es una figura casi de nena…
    
    -Ay, no, señor Roque… Soy varón… -protesté sin demasiado énfasis…
    
    Él emitió una risita algo perversa y dijo: -Después de la cogida que te voy a dar vas a ser mi nena…
    
    Mi calentura y mi miedo crecían cada vez más y en un gesto inconsciente miré la cama de dos plazas, muy grande y con dos mesitas de noche a ambos lados de la cabecera…
    
    -Vení acá, nene putito… me ordenó y fui…
    
    -Arrodillate…
    
    -Sí, señor Roque…
    
    -Agarrame la verga… -y la tomé entre mis manos, que temblaban un poco por la intensa emoción erótica que me abrasaba de pies a cabeza…
    
    -Primero me la vas a chupar…
    
    -¡Ay, sí! –exclamé sin poder contener mi entusiasmo ante esa verga que ya estaba bien erecta y dura entre mis manos que la sobaban…
    
    -Vamos, ricura, comela ya…
    
    Y la engullí con un poco de esfuerzo y debiendo abrir mucho la boca, por el grosor de ese delicioso ariete cárneo… ¡Ay, que hermosa sensación tenerla toda en mi boca y palpitando!... Tomé los huevos entre mis manos y fue excitante sentir cómo se iban hinchando…
    
    -Sí, Jorgito, sí, sobame los huevos mientras me la chupás… -aprobó el señor Roque y entonces seguí combinando el trabajo de mi boca con el de mis manos mientras me asombraba por lo bien que estaba haciendo las cosas a pesar de ser un novato total en materia de sexo…
    
    En un momento pensé qué pasaría si el señor ...