Aventuras nómadas -Parte III – Kenia un secreto - Bisexual - Relatos Eróticos

Aventuras nómadas -Parte III – Kenia un secreto - Bisexual

... rabo tieso al punto de la mañana, también debe de ser la edad… tú tienes las hormonas muy aceleradas -Leo- entonces quieres decir que no lo vamos hacer todos los días… ahora que yo había encontrado a alguien en quien desahogarme ¿y mi culo? -Beni- mi chico, el sexo si esta pues esta y si no hay pues no pasa nada, la vida vale más que un rato, hay que tener cuidado y también de donde estés, eso es de lo que yo te quiero hablar y prevenir, de eso… y sobre tu culo, te queda nada de que continúe virgen… mira ya casi es de noche Se levantó y salió fuera. Leo sabia a donde iba, se quedó pensando en todo lo que su padre le había estado hablando, no solo esa tarde, sino los ya casi diez días que llevaba por aquellas arenas del desierto. Quería a su padre y quería aprender de él y a ser como él. Al día siguiente se despertaron un poco tarde. Leo quiso conducir y su padre le dejo. Llegaron hacia el mediodía a la capital, durante el viaje, los dos aprovecharon para dormir y solo Beni fue el que le iba contando cosas a su hijo sobre algunos misterios del planeta, la famosa Atlantis, que ya Leo empezaba a gustarle y a querer saber más de ello, así el viaje se les hizo más corto. Llegaron al hotel, comieron y Beni le dejo para ir hacer unas cosas y también para sacar los billetes para ir a Rabat, de allí cogerían vuelo para ir a Kenia. Leo cogió el portátil, en el cual tenía correos de sus amigos, y de su novia que le quería mucho. Fue fuerte y le dijo de cortar, ya que a partir de ahora ...

... viviría con su padre y solo iría cuando pudiera. La vida de su padre le gustaba y quería aprender de él, ser aventurero. Tres horas más tarde, su padre regresaba. Fueron a ver un poco la ciudad y a cenar. Le comento, que se quedarían dos días en la capital, ya que el vuelo no salía hasta en dos días. A la noche regresaron al hotel. -Beni- mira hijo lo que tengo ¡le enseño el bote de lubricante! -Leo- ¡cabron! bueno, estoy deseando saber si es verdad que un rabo en el culo da gustito… desde el otro día que te di por el culo en el desierto no hemos vuelto a tener nada… y ando con unas ganas -Beni- pues habérmelo dicho que te picaba la cosita… ¿te daba corte? -Leo- ¡ya no me da corte! bueno, cuando ya ande con ganas te lo voy a decir… pero como tú dices que el sexo todos los días no es bueno… Diciendo eso, padre e hijo se fueron desnudando. Los dos de pie en la habitación del hotel, fue Leo quien tomo la iniciativa de arrodillarse para comerse el rabo de su padre. Beni vio a su hijo muy sumiso, allí comiéndole el rabo y vio que lo hacía con mucho gusto. Llevo la mano a su cabello. -Beni- si, siiiii, dios, vas aprendiendo a dar placer a un rabo, dios… -Leo- sí, te gusta… ¡vas a por mí culo! -Beni- sí, ponte en la cama, en cuatro… pienso llevarte a la gloria… pero también te digo, la primera duele un poco -Leo- eso ya me lo imagino, pero me fio de ti que me des placer y mucho… esto jamás me lo hubiera imaginado, ya ahora teniendo que poner el culo a mi padre… follar con mi padre y ...