Mi tia hizo de mi una travest...la adoro - Relatos Eróticos

Mi tia hizo de mi una travest...la adoro

... aceptarnos de esa manera. Por alguna razon que nunca me preocupe en averiguar, pero de la cual estoy profundamente agradecido, Tia en esas circunstancias me trataba aun mas como una lolita y me acostaba con ella desde temprano, aunque mas tarde el fulano llegase a casa a culearla. Estando asi, nunca me hizo abandonar su enorme cama y me dejaba permanecer el el tálamo de los amantes, mientras el tipo la follaba como un poseido. Mi subconciente se fue impregnando poco a poco de los sonidos, de los gemidos , de los movimientos y de los olores de sexo. Para mi que ella proyectaba en mi todas aquellas locuras sexuales que le hubiese gustado llevar a cabo cuando pre adolecente pero que se sentía impedida de hacer empujada por la necedidad y la responsabilidad auto impuesta de salir de la vida pobre del campo. Yo era ella y me dejaría hacer todas esas locuras que ella nunca pudo hacer y, es mas, con la total seguridad que yo NUNCA me preñaría. Asi un dia cualquiera, mi tía hizo algo que marcaría un punto de inflexión en nuestras vidas, me maquilló como toda una adolecente antes de irme a dormir con ellos. Uff que linda me veía. Maquillada, con mi largo pelo dorado suelto y completamente desnuda me demoré en quedarme dormida mientras ellos ya le daban rienda suelta a su pasión. Mi tía bramaba de placer mientras el la follaba y yo creo que exageraba sus movimientos y sus gritos para que yo despertase y asi pudiese sentir lo que ella estaba viviendo. Calladita me aguante el polvo ...

... completamente y una vez que se quedaron dormidos post cogida, me dedique a revisarlos minuciosamente olfateando como un animalito sus partes sexuales, probando con el dedo los jugos que salían de la conchita de ella, sopesando el tamaño y grososr de la verga del macho que a esas alturas , reposaba inocente y para nada peligrosa. La revise con detenimiento; palpando, recorriendo sus pliegues, probando con un dedo los fluidos que conservaba su prepucio, oliendo hasta lo mas profundo el aroma a sexo que se desprendía de su creatura. Suavemente separe los muslos de mi tia y repetí con ella las maniobras que ya había llevado a cabo con el macho. Aspire profundamente el olor que se desprendía de su entrepierna, palpe lo resbalocito de los labios mayores de su concha y suavemente y con un dedo hurgué en el interior de ella para extraer los restos de semen que abundantemente le habían plantado dentro de su sexo. Ella se acomodó y al levantar una pierna, escurrio hacia afuera de su concha una buena cantidad de jugo sexual, el que recibí con dos dedos y lleve primero a mi mariz y posteriormente a mis labios, chupándome los dedos para paladear con frución los inequivocos restos que manaban de ella. Que aroma mas delicioso, que sabor mas esquisito, que suavidad mas erotica. En ese momento me dije para mis interiores que, a como diera lugar, yo debía apender a sentir y a gozar de las vergas de los hombres tal y como mi tía lo hacía casi delante mio con total desverguenza. Yo debía ser aun mas ...