1. Al cliente lo que pida


    Fecha: 25/06/2017, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: fcolop, Fuente: CuentoRelatos

    Este relato sucedió cuando trabajaba en un ciber, como todos los días, llegaban y salían jóvenes, en determinado momento solo quedo una joven como de 18 años, traía uniforme de un cebetis, estaba sentada al fondo del local, como ahí mismo teníamos un refrigerador con refrescos, me levante de mi máquina para tomar uno, al regresar me percate que la joven, no mencionare su nombre, veía su Facebook, al mismo tiempo tenía su falda subida arriba de medio muslo y con una de sus manos se acariciaba entre la entrepierna, claramente se notaba que se tocaba su rajita, eso me excito inmediatamente y al pasar a su lado le pregunte si todo estaba bien o necesitaba ayuda, ella volteo a mirarme y con una mirada traviesa y sin dejar de acariciarse, me sonrió, al ver eso le dije…
    
    —Eso que haces yo te lo puedo hacer mucho mejor…
    
    Me volvió a sonreír y me dijo…
    
    —De veras?
    
    —Sí, solo permíteme un momento.
    
    Me di la vuelta y me dirigí a la puerta para cerrarla con llave, regrese a su lado y acercando una silla me senté junto a ella, acerque mi mano a su pierna y comencé a acariciarla, tenía la piel suavecita suavecita, poco a poco comencé a subir mi mano hasta llegar a su rajita, rodeada de un bello sedoso, pase mi mano de arriba abajo e introduje un dedo dentro de ella, con lo que ella dio un pequeño saltito, con mi otra mano comencé a desabotonarle la blusa hasta dejar descubierto su sostén, que cubrían un par de pechos que para su edad estaban bastante creciditos, como era un ...
    ... sostén de esos que traen broche al frente no me costó trabajo desabrocharlo y comenzar a acariciar ese par de senos hermosos, de una piel suavecita y un par de pezones rosados de tamaño medio, mi mano no dejaba de entrar y salir de su rajita y tocar su clítoris, acerque mi boca a esos senos y comencé a lamerlos, al instante se endurecieron más de lo que ya estaban, abrí mi boca y comencé a chuparlos, succionándolos suavemente, así me dedique a mamar primero uno luego el otro, dejando de hacer eso, gire la silla para dejar sus piernas frente a mí, abrí sus piernas, deslice su panti a un lado y metí mi cabeza entre ellas, tenía una rajita limpiecita, con un exquisito aroma, se notaba que era una joven que se cuidaba mucho, yo lamia su clítoris, bajaba mi lengua a su hoyito, la introducía y lamia sus pliegues, volvía a subir a su clítoris, su panochita tenía un rico sabor que me era difícil dejar de lamer, ella con los ojos cerrados echando la cabeza hacia atrás se dejó hacer todo, disfrutando de mis caricias, hasta que con muchos espasmos mis lamidas la hicieron tener 2 grandiosos orgasmos, después de un rato de estar mamando esos ricos jugos que salieron de esa rica panochita.
    
    Me puse en pie, frente a ella, ella como entendiendo que era mi turno, movió su mano y me comenzó a acariciarme la verga por sobre mi pantalón, desabrochando el cinturón y bajando el cierre bajo mi pantalón junto con mis bóxers, tomo mi verga entre sus manos y nunca podré olvidar su mirada al verla, era ...
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