1. Religiosos a solas (Parte 1)


    Fecha: 31/03/2020, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Maraco94, Fuente: CuentoRelatos

    ... tetas enteras en la boca y comencé a comerla como si nunca más las fuera a probar. Sus pezoncitos rosaditos bailaban con mi lengua mientras yo los chupaba y mordía fuerte porque sabía que le gusta. Que forma en la que me aferraba a los pezoncitos claros que yo mismo forme por tanto chuparle las tetas... Fue allí cuando no aguanto y tuvo que soltar el celular.
    
    Me fui a su boca y nos dimos un buen beso de lengua. De esos que solo nos dábamos cuando íbamos a culear... Y acto seguido baje a quitarle su encaje dejando al descubierto su papo... Totalmente depilado y listo para recibir mi lengua.
    
    Me acerque poco a poco y fui respirando más cerca de él. Le besaba la parte interna de los muslos y disfrutaba el olor de ese delicioso papo que me iba a comer por completo. Cuando la empecé a notar desesperada me acerque aún más y ahí fue cuando me jalo la cabeza y me metió su clítoris en la boca.
    
    Una vez tenía ese papo en la boca no podía hacer más que comer. Lamer todo su clítoris con deseo mientras ella gemía y me jalaba del pelo. De vez en cuando lanzaba la ocasional mirada hacia arriba y la miraba a los ojos un rato. Le agarraba las tetas mientras la comía toda.
    
    Luego empecé a meterle los dedos mientras seguía lamiendo su clítoris. Estimulaba su punto g y la hacía gritar como perra en celo. Cuando ya estaba muy excitada, paré.
    
    Me saque la franela y el pantalón. Y de una vez el bóxer también. Dejándola ver todo mi guevo ya bien parado por la excitación de haberle ...
    ... mamado ese papo. Me puse de rodillas frente a su cara mientras ella seguía acostada y antes de que le metiera el guevo a la fuerza por la boca, ya ella estaba mamándomelo.
    
    Era buenísima mamándome el guevo, me encantaba como se sentía su lengua y como se lo intentaba meter todo. Le gustaba mirarme a los ojos con su carita angelical. Pero esta vez no era ella quien tendría la libertad.
    
    Aprovechando que tenía el movimiento del cuello limitado por estar acostada, comencé a cogérmela por la boca. Le metía y le sacaba el guevo una y otra vez mientras en los ojos le salían un par de lagrimillas. Se lo sacaba hasta poder ver el borde de la cabeza y se lo metía hasta que rozaba su barbilla con mis bolas.
    
    Cuando ya lo tenía bien mojado me quite. La jale hacia mí y sin avisar se lo metí hasta el fondo en el papo que aún estaba lleno de mi saliva y comencé a cogerla... Le jalaba el pelo.
    
    Le metía mis dedos en la boca para verla chupando mientras le daba bien duro con mi guevo. Como sabia lo caliente que se ponía le preguntaba "De quien es este papo rico que me estoy culeando?" Y me respondía "tuyo, todo tuyo. Mi culo también es tuyo" siempre entre gemidos y gritos.
    
    Después de un buen rato dándole guevo bien duro, la puse en cuatro patas porque me encanta verle el hueco del culo mientras me la cojo por el papo. La jale del pelo y seguí dándole como si no hubiera mañana.
    
    "Me encanta que me lo metas sin condón y sentir todo tu guevo." Siempre pensé que mi vecino escuchaba esas ...