1. Ebanista y pintor (de brocha gorda)


    Fecha: 23/03/2020, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... conducidos por Gisela, a la que nunca le falta una sonrisa en el momento oportuno.
    
    - Pónganse cómodos por favor, dejen sus zapatos fuera de la habitación, si así lo desean y ubiquen sus caballetes alrededor de ese altar. - Comenta dulcemente Gisela.
    
    Con todos los alumnos con sus caballetes colocados y el bloc con la hoja en blanco dispuesta a ser dibujada Gerardo se sube al altar circular:
    
    - Bienvenidos al taller de dibujo de anatomía. Hoy dibujaremos un modelo en vivo: el ejercicio consistirá en observarle detenidamente y hacer un esbozo rápido en unos 15 minutos. Al cabo de esos minutos el modelo dejará de posar y deberéis dibujarlo con el mayor detalle posible.
    
    En la parte oscura de la sala, tras todos los alumnos, Gisela permanecía en silencio maldiciendo, una vez más, el escaso interés que Gerardo le mostraba. Desde su punto de vista se dominaba toda la sala, nadie la veía a ella y a cambio ella podía ver como dibujaba cada uno de los alumnos. Su marido interrumpió sus pensamientos.
    
    - Una calurosa bienvenida a Gadou, nuestro modelo de hoy, que además es un excelente ebanista.
    
    En la sala se hizo un silencio inmediato. Un nigeriano de unos dos metros, musculado, con la cabeza rapada y minúsculo taparrabos se acercó hacia el altar. Al bajar Gerardo, con un gesto ágil, Gadou subió de un salto. El salto hizo que su miembro aprisionado dentro de aquel taparrabos oscilase visiblemente. El cuerpo, completamente rasurado y abrillantado a base de aceites ...
    ... ofrecía una serie de claroscuros que daban mucho juego de contrastes: sus pectorales, sus bíceps y la musculatura dorsal aparecía completamente definida.
    
    Tras un minuto con los alumnos embobados una de las alumnas empezó a aplaudir, momento en que le siguieron todos los demás.
    
    - ¡Veo que ha impactado! Gadou, ponte cómodo y empezamos desde... ¡ya!.
    
    Gerardo miró sucintamente a Gisela, sonrió y se sentó en una silla al lado del altar con un pequeño bloc de notas. Gisela permanecía en las sombras con los ojos como platos, con su corazón palpitando y con una sensación de lascivia extrema.
    
    Caminó unos pasos hacia atrás sin perderle la vista un momento hasta golpear levemente con el armario que acababa de comprar Gerardo. El sonido despertó la curiosidad del modelo, que la miró fijamente. Gisela se quedó petrificada con esos ojos negros que parecían desnudarla. Una leve sonrisa de Gadou y ella se estiró sobre el armario con las piernas abiertas recostando su cabeza contra la pared. Se sentía llena de energía. Notaba el roce de su fino vestido con sus pezones erectos mientras su propia mano iba subiendo por su pierna.
    
    Gadou clavaba su vista sobre esa escena morbosa mientras aceleraba levemente su respiración. Parecía que su cabeza quisiera irse de su cuerpo para empezar a lamer a Gisela desde los pies. Ella lo miraba fijamente mientras se apartaba la falda dejando entrever su sexo a aquel hombre. Desde el punto de vista de Gadou solo podía apreciar, en la penumbra, como un ...
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