1. El chico de las galletas (2)


    Fecha: 19/03/2020, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... jajaja, ¿en serio?- inquirió sorprendida y maravillada. Nadie me dijo eso antes... ni siquiera mi esposo.
    
    - Que mal, muy mal por su esposo.- dijo acariciando sus caderas. Yo podría hacerle el amor por el resto de mi vida.
    
    - Uhmmm, gracias por tus palabras tan halagadoras.- respondió la señora Julia evidentemente caliente por esta situación. Tú si sabes como tratar a una mujer.
    
    - Si supiera señora Julia, si supiera.- dijo iniciando de una vez el coito.
    
    La madre de Fernando no se quedó atrás pues sus movimientos fueron desde un inicio salvajes y constantes, dejando claramente maravillado al chico que parecía muy convencido que eso iba a ocurrir. Algo me decía, al verlo, que este muchacho ya llevaba una buena cuenta de mujeres cogidas y eso que sólo tendría unos 18 años aproximadamente. Su destreza casi natural me daba que pensar.
    
    Tanto es así, que el chico no hacía nada sino que se dejaba coger por la misma señora Julia, ella hacía toda la labor coital. El cuarto se encontraba inundado de gritos y gemidos desgarrados, que hacían vibrar el vidrio de la ventana. Su cabello rubio volaba por los aires ante sus movimientos desbocados y sus senos brincaban de arriba para abajo muy gracilmente. Definitivamente la madre de Fernando era toda una diosa dorada y que nada tenía que envidiar a las muchas actrices pornos que había visto en innumerables películas.
    
    - Que rica conchita blanca me estoy cogiendo.- gimió levantando sus caderas y con esto hacía levantar a la ...
    ... señora Julia.
    
    - Vaya que fuerza tienes, muchacho, me tienes loca del gusto.- dijo la madre de Fernando dejándose llevar por el placer.
    
    La señora se encontraba maravillada por la resistencia y vigor del negro, y se movía a un ritmo por momentos desbocado que hacía gritar del gusto al chico y luego cuando sentía que podía eyacular, se detenía y se relajaba sólo para volver a cabalgarlo como un vil jumento. Este maldito negro aguantaba una eternidad, fácil podría hacerlo por horas.
    
    - Señoras, escuchen.- dijo el muchacho a duras penas aguantando al máximo el final. Antes de que termine se echan boca arriba las 2 juntas.
    
    - Está bien, Mauricio.- respondió mi obediente madre.
    
    Su amiga sólo atinó a mover la cabeza en forma asentiva aunque creo que eso se debió más que nada a lo mucho que estaba disfrutando cogerse a ese negro. De un momento a otro, el chico gritó, permitiendo que la madre de Fernando desmonte y ambas mujeres hicieron lo acordado. Mientras sontenía su verga con la mano derecha, se acercó de rodillas hasta quedar a la altura de sus bocas, con unas cuantas jaladas más a su fierro, este empezó a soltar unos borbotones de semen, que más parecía requesón aguado. Tanto alcanzó, que pudo embarrar las barbillas, labios y mejillas de sus perras, mientras una que otras gotas saltaron a sus bocas, siendo tragadas por ellas. Esa imagen me provocó algo de nauseas pues una cosa era ver a mi madre chupándosela pero otra era verla comiendo del producto de sus huevos, que ...
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