1. La Secta: El inicio de mi vida sexual (ML).


    Fecha: 14/03/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... total seis meses en poder llegar al dildo que podía. Cuando llego el día, mi madre felizmente le habló a mi papa quien estaba en una junta de trabajo. Antes de que llegara, mi madre y yo nos metimos a bañar, y me limpio el culo como nunca lo había hecho. Me hizo poner atención al proceso, ya que en un futuro lo estaría haciendo yo constantemente por mi solo. Fueron en total tres enemas, un dildo que vibrara y arrojaba agua para limpiar las heces y al final, un pitazo de lubricante intra rectal. Cuando mi padre entro al cuarto, la luz estaba tenue, yo estaba con mi madre en la cama. Yo desnudo, ella solo en camisón. Todavía recuerdo su cara de felicidad y de lujuria a la vez, igual que la de mi madre. Mi papa se sento en la cama despues de haber dejado su saco y haberse quitado la camisa, quedando solo en pantalón. Yo estaba boca abajo. Al recostarse, tiro un apequena nalgada a una de mis nalgas a lo que respondí con un gemido. “Anda, ve a besarle a su colita” me dijo mi madre. Me arrastre para quedar entre sus piernas. Para entonces el ya se había recorrido hasta la cabecera, y mi madre le había ayudado con el resto de su ropa, ahora ambos desnudos. Le tome su polla con ambas manos y comencé a masturbarla, al poco tiempo metiéndome la punta de su polla a al aboca, solo logrando tragarme el glande, lo cual ya era suficiente para tenerlo al borde de la excitación. Gemía con mi nada, la cual no se comparaba a las que llegue a dar con el paso de la edad. Después de un rato, me ...
    ... puse boca abajo y el abrió mis nalguitas, comenzando a lamer mi ano, lo cual nunca había hecho y se sintió muy bien. Me causaba risa y cosquillas. Sentí como penetro un dedo y lo movía, al poco tiempo otro, mi culo abriéndose a ellos. La verdad es que no gemía. La excitación no era tan grande, yo creo que por mi falta de libido a esa corta edad y que lo entretenido era “jugar” a los grandes. Obviamente no estaba aun muy consciente del placer que es el sexo, o del rol reproductor que puede llegar a jugar. Cuando termino de jugar con mi culo, se puso el boca arriba, y tomándome de las manos, me pare, poniendo un pie a cada lado de su cadera. “OK mi amor, ahora comienza a bajar para que te sientes en la polla” me dijo. “Tengo miedo papa” le dije. “No te preocupes, yo te guío. ” Dijo el poniendo las manos bajo mis nalgas a modo de silla, para controlar la velocidad a la que descendía para que no fuera muy rápida. Aun recuerdo cuando sentí su glande contra mi ano. “Ok, ahora, abre tus nalgas y puja para afuera y comienza a descender” dijo el sosteniéndome de mis pompas. La verdad es que el dildo que había utilizado era una talla más pequeña a la polla adulta, entonces el abrirme el ano a ese diámetro aun era nuevo y causo dolor, lo cual le hice saber, ya que me dio miedo y ganas de llorar. El me consoló. Me dijo que me concentrara en pujar. “No quiero papa” le dije en un tono de voz quebrado como si fuera a llorar. “Tranquilo, ya entro la punta, ya casi” dijo él. “Pero me duele” ...
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