1. Me comí a mi mamá en uno de sus viajes (En edición


    Fecha: 09/03/2020, Categorías: Fetichismo Sexo con Maduras Tabú Autor: mydiary, Fuente: xHamster

    No me lo esperaba pero pasó. Mi mamá tenía un viaje de negocios y la acompañé. Era un viaje en el que los proveedores presentan nuevos productos a los principales compradores. Cuatro días, tres noches. Usualmente es mi padre quien viaja con ella, pero esta vez mi madre decidió viajar conmigo porque yo no había tenido la oportunidad de tener unos días de descanso por mucho tiempo. O por lo menos eso fue lo que me hicieron creer, porque en el fondo yo sabía que habían estado enojados desde la semana anterior al viaje.Al principio, ella pensó que dormiriamos separados pero tuvimos que compartir una cama doble. También pensó quejarse, pero al final resolvió que era mucha vuelta pedir habitaciones separadas. La verdad, yo no vi ningún inconveniente porque desde el principio me había preparado para una especie de viaje turístico en el que los organizadores tienen todo planeado y como iba con mi mamá no había mucho espacio para salirse de lo arreglado.La primera noche, había una cena con todos los invitados y como ese día había sido el día del viaje, no había nada especialmente planeado. Solo una cena y luego, cada quien era libre de descansar o seguir en el bar. Con mi madre, fuimos al bar del hotel y nos sentamos con un grupo de invitados. Dentro de ellos, una pareja de la cual todos comentaron estaban aprovechando la oportunidad para tener una luna de miel. Mi madre comentó que viajaría con mi padre dentro de poco para celebrar las bodas de plata con mi padre y, además, contó ...
    ... que en ese hotel ella había celebrado su luna de miel con mi padre. Todos asintieron sin saber qué más decir y la conversación fluyó sobre temas banales.Yo estaba aburrido y solo trataba de concentrarme en el mojito que había pedido en la barra. Del grupo de invitados que estaban en la mesa, solo había una mujer que aparentaba cuarenta años, lo que la hacía después de mí, la más joven del grupo. Se vestía de manera juvenil y tal vez por eso llamaba mi atención.Antes de salir del bar, noté que algunos invitados de otra mesa hablaban de aquella mujer y lo que no esperaba, también de mi madre.Mi madre mide 1.69 y siempre pienso en lo que sugiere ese número. Para su edad se conserva muy bien, es de contextura delgada, pero durante los últimos años ha ganado unos kilos. Tiene un pecho bastante grande, no exhuberante pero llama la atención de quien la mira detenidamente.“Mira esas tetazas que debe tener esa vieja”, “Yo a esa me la comía”. Solo sentí rabia y caminé más cerca de ella, para que notaran que era su hijo y que ahí no iban a poder hacer nada.No era que no me hubiese fijado antes, pero pues ahora me había quedado esa imagen al entrar a mi habitación. De hecho, recordaba lo que muchos años atrás un compañero me había dicho en el colegio, “con esa mamá, para qué juguetes”. En fin, tenía mucha rabia y solo quería estar en casa, con la armonía del hogar. Nada parecía estar más lejos. Mi mamá había estado hablando con mi papá y parecía que todavía seguían enojados. Preferí no ...
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