1. July, mi vecina madura amiga de mi madre


    Fecha: 06/03/2020, Categorías: Hetero Autor: Ser39, Fuente: CuentoRelatos

    Como ya os conté en otro relato siempre me han gustado y me gustan las mujeres maduras, son mi perdición y las que me gustaban a mis 18 años, hoy día a mis 43 me siguen gustando. Por este motivo siempre me he fijado en las que forman parte de mi vida, por ello y gracias a que mi persistencia y que tengo cierto atractivo, he podido cumplir varias de mis fantasías, suenan a historias típicas e inventadas pero mis historias son ciertas y reales.
    
    July, mi vecina, siempre ha formado parte de mi vida, de niño era normal que estuviese en mi casa como yo en la suya, pues mi madre y ella eran amigas de toda la vida y de una edad similar. En aquel entonces estaba casada con Teo y tenían dos hijos. Una hija 5 años mayor que yo y un hijo dos años menor con el que me juntaba para jugar en casa de mi madre o en la de July.
    
    Ya de niño mi manera de ver a July empezó a cambiar, cuando venía a casa a hablar con mi madre de sus cosas, yo iba a la cocina con ellas buscando colocarme en un sitio donde podía mirar a July sus piernas o el sujetador entre medio de los botones de su blusa. Mi vecina de entonces 38 años, me ponía cachondo
    
    Así fue pasando el tiempo y mis miradas cada vez eran más intensas e indiscretas. Nuestra relación era buenísima pues a mí aparte de una mujer encantadora, me ponía muy cachondo y estaba seguro de que ella se había dado cuenta. Tal y como yo la buscaba siempre con la mirada, sería raro que no lo se enterase. Si coincidíamos en la escalera siempre subía ...
    ... detrás de ella sin quitar vista de su culo. Tiene un culo redondo y precioso, hoy día también, acompañado de unas preciosas piernas, unos pechos no muy grandes pero muy bonitos y muy guapa de cara.
    
    Me fui dando cuenta de que su marido no la podía satisfacer pues él no podía subir peso por problemas de espalda y desde el coche la llamaba a ella para que bajara a por las cosas de peso para que las subiera, lógicamente si yo estaba en casa bajaba a ayudarla y así podía subir las escaleras con ella, detrás de ese cuerpazo que me ponía tan cachondo. Deseaba estrenarme con esa mujer, pero era complicado entrarle, porque es la gran amiga de mi madre y no quería meter la pata.
    
    Yo seguía virgen y cada vez más cachondo con ella y con otras maduras cercanas, una que ya os conté y otras que os contaré en otros relatos, pero tenía claro que quería que mi primera vez fuera con July. Buscaba encontrarme con ella, subía a su casa con cualquier excusa tonta pero no me atrevía a dar el paso por vergüenza y miedo al rechazo y las consecuencias.
    
    En todos estos años me había dado cuenta de que Teo, su marido, babeaba por mi madre, intentaba ligar con ella, aunque mi madre pasaba de él como de la mierda. Mi madre se quedó viuda muy joven y aunque nunca tuvo otra relación siempre tenía hombres merodeando a su alrededor y pasaba de ellos, como para no pasar del marido de su amiga.
    
    Un día pasó lo inesperado yo venía del bar del barrio de echar unas birras y algún porrete a la 1:30 de la ...
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