Alejandra y Elsa. Dos. - Relatos Eróticos

Alejandra y Elsa. Dos.

... Me iba a correr muy pronto, no podía controlar mi excitación.- Estoy muy caliente, Elsa. Ponte en la cama boca arriba.Elsa se subió a la cama y se puso como yo le había dicho. Me senté sobre ella rodeándola con mis piernas, de manera que nuestras pollas quedaron juntas. Empecé a masturbarlas a la vez, como si hiciera una paja a una sola polla. Mi respiración seguía entrecortada, como la de Elsa, y nuestras pollas estaban súper mojadas. Estuvimos masturbándonos unos cinco minutos, entre gemidos, besitos de lenguas y besitos de pollas.Nos llamábamos mi amor, cariño mío, mientras mezclábamos nuestros fluidos en un éxtasis interminable. Nos mirábamos fijamente, nos rozábamos con nuestras uñas largas. Elsa metía la puntita de su uña en el agujerito de mi capullo mientras yo masturbaba la suya delicadamente.No tardamos mucho en corrernos a la vez, momento que aprovechamos para comernos la boca como dos zorras, metiéndonos las lenguas hasta el fondo. Nos daba igual estropearnos el maquillaje, sólo eran las siete y media de la tarde y teníamos muchísimo tiempo por delante.Nos quedamos extasiadas, jadeantes, nuestras pollas descansando en un charco de semen mientras nos seguíamos besando con nuestras lenguas y acariciándonos. Elsa se levantó y apagó la cámara. Todo había sido grabado.En ese momento me sonó el móvil. Era Nuria, mi jefa.- Alex, necesito que me hagas un favor. Si lo haces bien te perdonaré que hayas llegado tan tarde hoy.- Claro que sí, Nuria, ha sido un descuido ...

... imperdonable, dime qué necesitas.- Quiero verte en mi habitación, ¿cuándo puedes venir?- Dame media hora.- Aquí te espero. Es la 301.Elsa me ayudó a desmaquillarme perfectamente, y en media hora estaba llamando a la puerta de Nuria, una mujer de cincuenta años despampanante. Con 170 de altura, sobre unos tacones de vértigo, un traje de chaqueta negro ceñido, unas gafas de pasta terminadas en punta, estilo pinup, y una melena rubia como la de Marylin que descansaba sobre unos hombros rectos desafiantes. Aspecto de femme fatale.- Alex, necesito cerrar un negocio importante. Es un pedido muy grande que nos abriría las puertas de Alemania. La persona que se encarga de esto se llama Fritz, y es descaradamente gay. Tiene muchísima pluma. Te conoció esta mañana y quiere cerrar el trato contigo, creo que le gustas. Te invitará a cenar mañana. El negocio es millonario, Alex, te llevarías una comisión fabulosa si lo cerramos.- ¿Quieres que me lo folle o me deje follar? ¿Qué barbaridad estás pensando?- Sólo que coquetees un poco, Alex, llegarás hasta donde tú quieras. Esta es una empresa seria.- Pero yo no soy gay, Nuria.- Cariño, te has olvidado de quitar tus pendientes de perlas, y tu maquillaje aún huele. Me da igual lo que hagas en la intimidad de tu habitación, pero salta a la vista que no es lo mismo que haces fuera de ella. No soy tonta, Alex.- Ay, dios. Perdón, Nuria.- No hay nada que perdonar, Alex. Además seguro que una vez transformada quedas preciosa, eres una de las chicas más ...