1. Un boricua en el ascensor


    Fecha: 01/03/2020, Categorías: Anal Sexo Interracial Sexo con Maduras Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Un boricua en el ascensorMi estudio de Abogados me había enviado a hacer un viaje relámpago a Miami, con motivo de un ciclo de conferencias. Al tercer día estaba realmente harta; hacía una semana que no cogía con mi esposo, porque justamente también Víctor estaba de viaje y no habíamos podido coincidir en casa.Así que allí me encontraba; volando de calentura y con mi tanga mojada de tanto fantasear en el sexo todo el tiempo…Después de la última conferencia del día, estaba por subir al ascensor para dirigirme a mi habitación. Detrás de mi apareció un hombre negro enorme, muy musculoso y bien vestido. Estábamos solos y me preguntó el número de mi piso. Entonces marcó el mío en la botonera y luego el suyo, que resultó ser el último del edificio.Luego me miró a los ojos y luego bajó su mirada directamente a mis tetas; pero eso creí yo, ya que el hombre estaba mirando mi credencial con mi nombre.Entonces se decidió a hablarme en español. Tenía cierto acento caribeño.“Estás en la conferencia?”“Sí, claro”. Le respondí con expresión aburrida…“Qué bonitos ojos tienes…”. Continuó él, tratando de ser galante.Entonces cansada por el ajetreo del día, decidí hacerme la loca atrevida:“Gracias… y eso que no has visto mis tetas…” Le respondí lamiendo mis labios.El negro se quedó callado por un segundo, algo perplejo, y después se lanzó:“Lamentablemente no, pero me gustaría invitarte a mi habitación para verlas…”“Puedo dejar mis cosas y después subo?”. Le pregunté, ahora más animada…“Por ...
    ... supuesto; es la habitación 2114” Respondió con expresión divertida.Entré directamente al baño y me senté en el bidet para lavarme la vulva; decidí subir sin usar tanga y finalmente me puse algo de perfume. Seguí usando la misma blusa y la misma pollera, como para que pareciera algo casual.En el pasillo respiré hondo y subí al ascensor otra vez… Golpeé la puerta de su habitación y me abrió Marcos, que así se llamaba el negro enorme. Tenía una bata de seda entreabierta, que dejaba ver sus boxers; le marcaban mucho un enorme bulto…Bajo la bata estaba en cuero, con un torso musculoso y totalmente lampiño, las piernas bien torneadas, muy fibroso y todo… enorme…Me hizo pasar. Su habitación era mucho más grande que la mía. Sobre una mesa había una botella de champagne en un balde de hielo. Marcos me sirvió una copa.“Relájate y ponte cómoda, ya te dije que tienes unos ojos bellísimos” Insistió.“Pero me dijiste que todavía no había visto tus tetas…Vas a mostrármelas…?”Entonces ahí, en medio de la habitación de un perfecto desconocido, sólo atiné a quitarme la blusa, quedando con mis tetas al aire frente a ese negro boricua.“Bueno, ahora no puedo decidirme si son más hermosos tus ojos o tus tetas.” Sonrió.Entonces mi calentura terminó de sacar la perra que había en mí. Giré dándole la espalda a Marcos y me bajé el cierre de la pollera, mientras le decía:“Entonces tal vez gane mi cola… qué te parece?”Solté mi pollera y dejé que se deslizara hasta el suelo. Ahora estaba completamente desnuda ...
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