1. El clan del placer capítulo 5


    Fecha: 13/02/2020, Categorías: Incesto Autor: Crystal69, Fuente: SexoSinTabues

    Después de la orgia, lo que quedaba por hacer al día siguiente era limpiar todo el desmadre que se había hecho en la plaza principal. Debido a esto, un ejército de personas había salido desde la mañana para recoger la basura y llevar los platos a lavar. Las grandes mesas fueron retiradas y hasta los últimos adornos se volvieron a guardar dentro de las bodegas para el siguiente año. Una de las mujeres fémina máster estaba ayudando con unos jarrones llenos de flores secas de nen. Yo la conocía. Era la señora Lai, una mujer de unos cuarenta años que echaba llena de experiencias y era maestra de la escuela de la comunidad. Se le conocía porque era estricta y la ponían siempre a cargo de los grupos problemáticos. Especialmente de aquellos depredadores que no respetaban las normas de Erina. Últimamente la matriarca había mandado a decapitar a todos los prisioneros que no podían ser reubicados y devueltos al camino de la sexualidad sana. —Hola, maestra. Tiempo sin verla —en mis tiempos de niñez, la señora Lai me había mostrado muchas cosas sobre mi cuerpo y me ayudó en la difícil transición de niña a adolescente. Después de ella, mamá se había encargado de mi entrada al mundo adulto a través del ritual. Por lo tanto la señora Lai era como mi segunda madre. —¿Qué hay, querida? ¿Disfrutaste anoche? —Perdí la cuenta de todo el semen que tragué, pero he de decir que sus clases sobre felaciones me sirvieron mucho. —Eras la mejor de la clase, aunque últimamente tu hermana Jeneh está ...
    ... superando ese puntaje Sonreí —¿Tan buena es la boca de Jeneh? No sabía si sentirme orgullosa o no. —Tiene mucha dedicación. —Gracias por todo. Un gusto verla maestra. Me di la vuelta para seguir mi camino, pero de repente oí el sonido de la piedra rompiéndose y el grito de la señora Lai. El jarrón de flores se le había caído y un fragmento de piedra le había golpeado el pie. Corrí hacia ella al mismo tiempo que todas sus estudiantes, quienes también estaban ayudando con las labores de limpieza. Las chicas sirvieron de apoyo a su maestra para levantarse. Una guardia que había visto el accidente vino hacia nosotras y examino el pie de la señora Lai, que no dejaba de llorar por el dolor. El desgarro de la piel revelaba una fea herida sangrante. —Eso necesita un apotecario —dijo la guerrera. —Pero… mis clases. —Maestra, no podrá ir a la escuela así. Vamos a que le vean la herida. Las jóvenes torcieron el gesto al ver que no tendrían escuela. —Espera —dijo Lai —Katrina, tú puedes dar la clase por mí. Solo hoy. —Ah. Pero ¿qué tema es? —Masturbación femenina y masculina. —Bien. — la idea no me terminaba de gustar. Pero le debía mucho a la señora Lai. Acabé aceptando, aunque sin muchas ganas. Necesitaba ayuda para ello, así que cuando le dije a Jeneh, parecía muy contenta por tener que abandonar las clases de costura que mamá le estaba dando. Se puso una bonita minifalda y salió conmigo en dirección a la escuela. —¿A dónde van? — pregunto Reynard cuando venía para la casa. Jeneh corrió ...
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