1. De puta con un colega


    Fecha: 11/02/2020, Categorías: Confesiones Autor: Elzita Zorrita, Fuente: CuentoRelatos

    A mi esposo lo cambiaron de sede, y teníamos que adaptarnos a la nueva ciudad. No nos parecía difícil, ya teníamos práctica. En cuanto el salía a su trabajo, yo me dedicaba a conocer la ciudad e intentar ver dónde encontrar algún trabajo para mí. No fue difícil, pero entre una cosa y otra, encontré a un antiguo colega de estudios. Me alegro verlo porque, aunque no nos habíamos tratamos mucho. En fin, intercambiamos teléfonos y quedamos de comunicarnos.
    
    Cuando se lo comenté a mi marido le pregunte si le parecería invitarlo a cenar. Acepto sin dudar y unos días después quedo combinado el encuentro
    
    De inicio fuimos muy amables y formales, hablando lo habitual, de política y otros temas públicos.
    
    Al final, ya con algunas copas, comencé a provocarlo discretamente por debajo de la mesa, rozándolo con la rodilla, el correspondió acariciándomela y se lo comenté a mi marido en algún momento oportuno. Abrió los ojos y me dio luz verde.
    
    Esto se explica porque ya habíamos practicado swinging en varias ciudades, y ya había tenido varias aventuras sola y con él. Ya no nos espantaba y nos gustaba.
    
    Para los licores pasamos a un cuarto que usábamos para oír música, arreglado con almohadones, y con cuidado, pero ya sin esconderme, recomencé las caricias, permitiendo que el amigo correspondiera. Pronto estábamos abrazándonos y besándonos. Mi marido salía con frecuencia con diversos pretextos. Ambos sabíamos que era para dejar más cómodo al visitante. Que ya sabiendo lo que ...
    ... queríamos, avanzo a mis toronjas y buchaca.
    
    En algún momento ya desnudos, acostado lo monté y tomando su palo me lo metí sabrosamente por la chucha, completando el trio, mi marido se puso junto para darme su linda verga a mamar. Y yo feliz.
    
    Unos días después, decidimos llamarlo y ver que pasaría. Lo hice, mi amigo se alegró, acepto de inmediato y combinamos que sería en su departamento unos días después.
    
    Excitados, llegamos a un localito cercano, donde comimos alguna cosa. Después pasamos a su departamento. Todo muy normal.
    
    Era un pequeño departamento de soltero, cómodo para un divorciado. En la salita, nos sirvió algunos tragos y preparo algunas cositas para acompañar. Después de una breve plática boba, sin más trámite comenzó a abrazarme y besarme, yo correspondiendo y mi marido simulando que no estaba ahí.
    
    A seguir coloco una simpática peliculita porno, de dibujos animados, donde los siete enanos se comen a Blancanieves por todos lados. Muy agradable.
    
    Sin dudar, me bajo os tirantes del vestido sacándome los pechos, la otra corría libre por mis piernas y cona, el vestido estaba pronto a la cintura y me lo quite para no estorbar. Abajo, los chones, que de tan pequeños solo eran decorativas
    
    Mi marido salió a un balconcito buscando dar un ambiente más libre, además de tener una experiencia voyeuristica, nos veía, aparentando espiar… estaba calientísimo de ver el manoseo y cachondeo de su putita, nosotros nos soltamos plenamente, cada vez que entraba, me ...
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