1. Con el carpintero y su ayudante...


    Fecha: 31/01/2020, Categorías: Gays Voyerismo Autor: renovatio111, Fuente: xHamster

    Acepté aquel trabajo porque necesitaba desesperadamente el dinero, a pesar de que sabía que el proyecto rebasaba mis capacidades. Como contratista, había llegado a manejar una cuadrilla de hasta 20 hombres, pero luego de algunos años, y muchos problemas financieros, llegué a la conclusión de que era mucho más conveniente trabajar solo, aunque tuviera que sacrificar mis ingresos. La verdad, no hay nada más complicado que manejar personal, sobre todo el tipo de gente con el que yo trabajaba: carpinteros, albañiles, pintores y demás personajes del gremio, que se distinguen por ser muy buenos trabajadores un par de días, y luego te dan serios problemas dándose a la parranda y la bebida.Sin embargo, trabajar solo tampoco era sencillo. Aunque casi nunca me faltaba trabajo, había algunas épocas en que se hacía difícil llevar el pan a la casa. Muchas veces era más sencillo hacer el trabajo que cobrarlo y me encontré de pronto en uno de esos baches económicos. Mi esposa no trabaja y mis hijos ya estaban por entrar a la escuela, así que no me quedó otro remedio que aceptar un trabajo que normalmente hubiera rechazado. Se trataba de remodelar una casa bastante grande, por lo que necesitaba contratar algo de ayuda, aunque fuera temporalmente.Aun tenía algunos buenos contactos, por lo que me pasé por casa de Sebastián, mejor conocido como Sebas, un excelente carpintero que había trabajado conmigo un par de años y que aunque de vez en cuando se me perdía luego de una buena borrachera, ...
    ... solía ser bastante cumplido y muy bueno para trabajar la madera.Pero Don Toño, qué gusto verlo! – me saludó luego de que su mujer le avisara que lo buscaba y me hiciera pasar a su pequeña pero pulcra sala.Pues ya ves, Sebas, uno busca a los buenos elementos cuando los necesita – le dije estrechándole la mano, enorme y callosa.Se le iluminó la sonrisa con el cumplido, y se acomodó en el sillón frente a mí. Debía andar ya por los 45 años, apenas un par más que yo, y se mantenía fuerte como un toro. El trabajo pesado le había dotado de unas espaldas anchas y fuertes, así como un par de brazos que en cualquier gimnasio envidiarían.Y qué le trae por aquí? – preguntó mientras le indicaba a su mujer que nos trajera una buena taza de café.Pues un nuevo proyecto – le dije. – Ya sabes que desde hace tiempo trabajo por mi cuenta, pero la situación está cabrona por ahora, y me cayó un trabajito algo más grande de lo que acostumbro aceptar – le expliqué – así que necesito un buen carpintero y un albañil.Ah, pues que buena noticia – me dijo sobándose las manos – porque ya tengo tres días sin nada de trabajo, y la verdad me cae de perlas la chambita.El café llegó humeante y oloroso, acompañado de pan dulce, como acostumbramos por acá, y tomé un buen sorbo mientras Sebas hacía lo mismo.Y ya tiene contratado al albañil? – preguntó Sebas.No, aun no – le contesté. – Estaba pensando en llamar a Ramiro, te acuerdas de él?Si, me acuerdo – contestó Sebas – pero no se va a poder porque supe que se casó ...
Β«1234...10Β»