manoseada en la biblioteca - Relatos Eróticos

manoseada en la biblioteca

La biblioteca estaba iluminada por la fría luz eléctrica, que de ves en cuando se apagaba dando al enorme y silencioso lugar un aire siniestro, además de eso estaba llena de un fino aire frío., siempre me he preguntado por qué sitios como bibliotecas y hospitales tienen esa atmósfera, como sea, el frío no parecía afectarle a ella, Susana, la bibliotecaria era la razón por la que me encantaba pasar mi tiempo leyendo en ese lugar Helado en ves de leer en la comodidad de mi hogar.Ella es como seguramente te imaginas, una chica de 27 años, delgada y de cabello negro con ojos café oscuro y manos delicadas y pequeñas, su piel es algo pálida, usualmente llevaba ropa gruesa que oculta su figura pero aún así luce muy hermosa, es de ese tipo de belleza que no necesita mostrado mucha piel para destacar en cualquier lugar, lleva el pelo recogido con una broche en forma de delfín y largo hasta los hombros.Apenas crucé la puerta del solitario lugar y note algo extraño el la fantasmal figura siempre en el escritorio a la derecha como guardián silencioso, en sus mejillas que normalmente estaban pálidas había un leve rubor y miraba con atención hacia donde acababa de entrar, ella suele ignorar la puerta y sigue con su lectura hasta que alguien se le acerca, pero en esta ocasión me miraba atentamente desee su asiento sentí un área de cautela en sus movimientos pero aún así me acerqué.Mientras caminaba vi qué se aferraba al pecho un libro con fuerza y más lo apretaba mientras yo avanzaba,— ...

... necesito esto—dije entregándole una hoja con el título, ella asintió sin soltar el libro que sujetaba como si fuera una joya.No pude ver claramente la cubierta por qué sus manos la tapaban pero si note algunas letras rojas que en exquisita fuente gótica adornaban la cubiertaElla se inclinó para revisar el ordenador, y entre la hojas pude ver una ilustración de una joven desnuda y con las piernas abiertas qué recibía a un hombre encima de ella mientras otra le acariciaba los pechos y besaba sus labios, era una escena muy erótica.Que lees?— Pregunté ,mas por morbo que por curiosidad, mirando sus ojos que se perdieron en la pantalla oír mi voz.Soltó el mouse que había cogido y callo entre sus piernas mientras sus dedos apretaba al azar botones en el teclado.Lo siento no me incumbe verdad? —Dije sonriendo, satisfecho al ver su respuesta, sabía que era algo obsceno y ella trataba de ocultarlo de mi, y el ver la reacción de estremecimiento y el pequeño salto que dio ante mí pregunta me lleno de una perversa sensación de placer, tal ves el m*****arla me había excitado, pero dejé hasta allí el juego y me retiré a leer el libro que ella temblorosamente me entregaba.Puse mi libro en una de las mesas dispuestas para ese fin y bastante alejadas de el escritorio de Susana, y así, pase media hora sumido la lectura, pero note que de ves en vez, ella fijaba sus ojos grandes hacia dónde estaba yo.Me sentía avergonzado por m*****arla, pero ese cosquilleo aún permanecía en mi, pidiéndome un poco ...