1. Algo real (Primera parte)


    Fecha: 30/01/2020, Categorías: No Consentido Autor: Mercedes, Fuente: CuentoRelatos

    ... en el mismo hotel sino que nos juntaríamos en un bar para conocernos y saber si en realidad nos gustábamos físicamente. Habíamos intercambiado fotografías pero esto era diferente. Yo estaba quebrando todos mis esquemas familiares y culturales para mi medio. Yo era virgen y estaba dispuesta a entregar eso, pero luchando hasta el final aunque no más fuese como un saludo a la bandera.
    
    Nos encontramos en el loby de mi hotel, me gustó desde que lo vi, bebimos un par de cócteles en el bar y mientras hablábamos yo sabía que había perdido la pelea, pues no escuchaba lo que él me decía, solamente quería arrastrarlo hasta mi pieza y besarlo por todas partes. Yo me estremecía bajo mi ropa y sentía húmedo todo lo que era posible que se me humedeciera. Entonces él me dijo que estaba registrado en el mismo hotel en el piso superior al mío pero igual fuimos a mi cuarto.
    
    Me desnudé yo misma y lo desnudé a él y me entregué de la forma más desenvuelta que puedan imaginarse. Hice todo lo que había escuchado, pensado y leído durante años y no supe en que momento me penetró porque me estaba quemando entera como una bestia, como una yegua como una puta, pónganle Uds. el adjetivo que más les guste, porque ese será el adecuado, y no hacía ni dos horas que lo había conocido de cuerpo presente cuando me revolcaba en la cama con él como una amante consumada y yo estaba feliz de hacerlo.
    
    El sexo llegó a mí como un torrente y se apoderó de mi cuerpo y de mi mente en forma absoluta. Yo no quería ...
    ... salir de esa cama por ningún motivo y quería que ese hombre real, de carne y huesos que latía junto conmigo, me enseñara todo lo que él sabía y que se diese cuenta que yo sería una hembra suya, sin ningún tipo de renunciamientos, ni pudores, porque se me habían terminado todos en ese mismo momento.
    
    Pasamos tres días y tres noches maravillosos. Solamente salíamos de la cama para cenar y para recomponernos un poco y empezar de nuevo. De vuelta a mi país, en el avión, dormí el vuelo completo y las huellas de la pasión en mis intimidades de mujer me ocasionaban dolores rítmicos que recibía con placer inusitado porque me parecía volver a sentir a Julio dentro de mí.
    
    A los diez días, ya reincorporada de nuevo a mi mundo, a mi familia y a mi trabajo, de pronto me sentí como una mujer indigna y sucia, amante de un hombre casado y sin respeto por ninguno de los principios que habían orientado mi vida. Fiel a este pensamiento y renegando de todo lo vivido con Julio, le escribí diciéndole que todo terminaba.
    
    Julio no me contestó, pero ese fin de semana para mí fue un infierno. Mi mente parecía estar tranquila con mi decisión, pero mi cuerpo durante las noches no hacía sino desearlo y un insomnio quemante me mantenía latiendo hasta el amanecer. El lunes en la mañana a primera hora le envié un e mail pidiéndole que me perdonara y que quería verlo cuanto antes.
    
    Tres semanas después, Julio voló a mi ciudad a verme. Lo esperé en el aeropuerto invadida por un deseo incontrolable y ...
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