1. Sus manos bajo mi falda


    Fecha: 25/01/2020, Categorías: Masturbación Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... ahora vas a estarte quietecita, ¿me oyes? O este pequeño secreto entre nosotros dos dejará de ser tan íntimo. Su mano abandonó mi pierna para subir discretamente bajo mi camisa hasta meterse bajo mi sujetador y pellizcarme los pezones. - Tienes unas tetas preciosas - dijo - era lo primero que me apetecía tocar tras verlas moverse el otro día mientras de masturbabas a cuatro sobre el retrete. Esa es mi parte favorita del video, ¿sabes? Se entretuvo un rato con mis pechos, apretando fuerte cuando le parecía que yo no estaba prestando suficiente atención. No veía manera de salir de aquella situación así que por el momento pensé en quedarme quieta y dejar que todo pasase. Tenía la esperanza de que no fuese mucho más allá al estar en público, o de que alguien se girase en aquel preciso instante y nos descubriese, acabando con todo, y aun con el miedo que sentía y mis ganas de salir corriendo de allí, no pude evitar sentir una punzada de deseo en el vientre cuando su mano volvió bajo mi falda. No se demoró demasiado hasta que alcanzó mis braguitas que estaban bastante mojadas tras haberme pasado todo el día fantaseando involuntariamente con él. - Ya sabía que no ibas a darme problemas, zorrita, que lo estabas deseando. En aquel momento supe que no iba a contentarse con sobarme un poco bajo la blusa. Acababa de confirmarle que el Javier de mis fantasías era él. Su dedo corazón se coló bajo mi braga y buscó mi clítoris, moviéndose en círculos sobre él y haciéndome sentir un ...
    ... agradable cosquilleo en las piernas muy a mi pesar. Bajó un poco más abajo hasta encontrar la entrada a mi vagina y deslizó un único dedo con facilidad. Tuve que contener un gemido por la brusquedad del gesto. Después sacó el dedo hasta ponérmelo descaradamente a la altura de la cara, donde todo el mundo podía verlo. - Lámelo - me dijo. Le miré y miré alrededor asustada. - Lámelo - repitió con un tono que no admitía réplica, acercándome el dedo a los labios. Saqué tímidamente la lengua y la pasé sobre su dedo. - ¡Así no! - dijo, dándome un pellizco en la pierna con la otra mano. - Ahora quiero que lo chupes bien. Me lo metí en la boca y lo lamí como si estuviera haciéndole una felación. - Buena chica - dijo, tras lo que volvió a meter su mano bajo mi falda y empezó a tirar de mis bragas hacia abajo. - Quítatelas, ahora son mías. Intenté resistirme, pero tras tenerlas a media pierna pensé que llamaría menos la atención si me las quitaba del todo. Me las quitó de la mano y las metió en su bolsillo. Con su mano volvía a masturbarme, esta vez con dos dedos que entraban y salían de mi a un ritmo pausado. Inconscientemente me recosté hacia atrás facilitándole la entrada. Se rió, aunque no sé si fue de mi. Intentaba mantener cara de estar atendiendo a la clase, y cada vez que parecía que podía conseguirlo incrementaba la velocidad de sus movimientos, obligándome a poner caras raras por evitar gemir o poner caras de placer. - Quiero que gimas para mi - me dijo entonces muy bajito. Le miré ...