1. Sus manos bajo mi falda


    Fecha: 25/01/2020, Categorías: Masturbación Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Di un respingo al sentir a alguien a mi lado y levanté la mirada de los apuntes para encontrarme con unos fríos ojos azules. - Haces bien en asustarte, preciosa - me susurró al oído entre risas mientras se acomodaba en el asiento. Con un escalofrío me aparté de él todo lo que el asiento me lo permitía sin ser demasiado obvia. Justamente había elegido aquel caluroso día de verano para acudir al curso con una falda ajustada, que, aunque no era demasiado corta insistía en trepar por mi muslo al más mínimo movimiento y aumentaba mi sensación de inseguridad. Estaba tan nerviosa que no pude prestar atención a la clase durante toda la hora a pesar de repetirme a mi misma una y otra vez que no ocurría nada, que al fin y al cabo estaba todo en mi cabeza. Hacía unos meses que una compañera de curso había acusado a Javier de propasarse con ella en una fiesta mientras estaba borracha, quedando aparentemente después demostrado que no había base de realidad en aquella acusación. Sin embargo aquello hizo que una idea comenzase a rondarme la cabeza. En mis momentos más íntimos no podía dejar de imaginar las manos de Javier acariciándome mientras yo me revolvía indefensa bajo esa mirada penetrante suya en la que no se apreciaba piedad alguna. Mi obsesión había llegado al punto de acabar masturbándome en los baños de la universidad tras verle en clase o por los pasillos. Pero nunca habíamos cruzado una palabra. Y nunca lo había tenido tan cerca como en estos momentos. Tras pasar todo el día ...
    ... sentada a su lado intentando borrar toda imagen sexual con él que se viniese a mi cabeza, a última hora, por fin, conseguí relajarme y centrarme en mi clase preferida. Y fue en aquel momento cuando ocurrió. Un toque, apenas un leve roce sobre mi muslo, que podría haber sido casual pero estaba cargado de intención. Bajé la mirada para descubrir que la falda se me había subido unos centímetros. Me removí en el asiento, incómoda, y tiré de ella hacia abajo todo lo que pude. Apenas un par de minutos después volví a sentir su mano sobre mi pierna, en un contacto más descarado que en la ocasión anterior. La dejó ahí, sin moverla, mientras yo, tensa, me volvía a mirarle. Con la mirada al frente, parecía mantener la atención en la clase, mientras bajo la mesa yo bajaba la falda que él insistía incansablemente en subirme. Estaba poniéndome muy nerviosa, no sabía que hacer y me encontraba a punto de levantarme en mitad de la clase para acabar con aquello cuando inclinándose hacia mi me dijo: - ¿Que pasa preciosa? Pensaba que querías "mis manos sobre tu cuerpo", que "no tuviese piedad de tus súplicas" Me estremecí. ¿Cómo podía él saber eso? Debió leer la pregunta en mi mirada, porque lo siguiente que dijo fue: - Resulta que puede que haya una cámara en el baño de las chicas, y puede que exista un video en el que te desfogas gritando mi nombre. Entré en pánico. - No te agobies preciosa, se guardar un secreto. ¿Me guardas otro a mi? Llevo pajeándome toda la semana esperando este momento. Y ...
«123»