1. Divina Confesión


    Fecha: 24/06/2017, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... algo que me llevó a permanecer en mi puesto como sacerdote; ¿La satisfacción de ayudar a los demás? por supuesto que no, yo siempre fui un egoísta convencido, fue el deleite de la confesión, el poder que te da la creencia de esos feligreses, de que de tu absolución depende su salvación, te da un gran poder, he conseguido dentro del confesionario focalizar herencias hacía la parroquia, engordar el cepillo, cuyas monedas gasto en putas y sobre todo seducir y abusar de niñas entre los 7 y los 14 años, este aspecto es el eje central de mi relato, en el pueblo actualmente habrá unos 300 niños de los cuales 185 son niñas y podemos decir que una cuarenta son preciosas, pero solo abuso de 15 o 16, ya que con ese número me siento satisfecho y creo que alejo las sospechas y el peligro de que una indiscreción infantil me lleve a continuar la pastoral en la cárcel.
    
    La última que abusé se llama Marina y es una nenita de tan solo ocho años muy linda, su pelo es moreno muy liso, sus ojitos azules y su nariz respingona, destaca en su carnosa y sonrosada boca dos paletas muy grandes (ya que con esa edad suelen tener los dientes que conservarán de adultos y las caras infantiles) por ello alguna vez la llamé conejita, en el confesionario me contó avergonzada que en casa de su prima de 12 años, ella y otra amiga pusieron una "película de guarrerias" -ella aún no conocía el termino pornografía- que el padre escondía en un altillo, después de regañarle enérgicamente le dije; lo siento Marina, ...
    ... pero no me queda mas remedio que decírselo a tus padres, la niña lloraba y suplicaba que no les constase nada, me quedé un rato callado haciendo como que pensaba, le conteste bueno existe otro medio para que alcances el perdón de Dios, ¿cuál? Preguntó la niñita, me tienes que contar que vistes en esa cinta exactamente, así yo podré elevar mis oraciones por tu perdón conociendo el alcance de tu pecado, la traslade a la sacristía pasando antes a saludar a la virgen que estaba en el camerino –todo pura escenificación- me senté en un sillón y usando un tono autoritario; vamos Marina ¿qué visteis en el video? La niña balbuceaba por la dificultad de describir lo que no se entiende, en el momento que me contó que dos mujeres le chupaban el pito a un hombre, aproveché para interrumpir el relato de la niña, exclamando ¡pues no lo entiendo! Asi no conseguimos nada hija mía veamos ahora tu tienes que hacer lo que viste hacer a ese hombre en la peli, me saqué el pene ante la sorpresa de la niña y ante su silencio, le ordené vamos, vamos que no tengo todo el día y piensa que si no te absuelvo y murieses esta noche irías al infierno sabes, hazme lo mismo que hicieron las mujeres del video, la niña cogió mi polla, paradójicamente pidiendo primero permiso, se la llevo a la boca y empezó a dar lametazos –pues si que son pedagógicas las películas porno, pensé para mi- después de un rato dando lametones y metiendo el capullo en su dulce boca, le levante la cara y mirándola a los ojos le pregunté ...