1. La sombra de un divorcio


    Fecha: 05/01/2020, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... sujetarme,sin darme cuenta me dormí, al cabo de dos horas picaron a la puerta eran mis suegros para ver si quería ir a comer, pero la verdad es que no me apetecía y a demás estaría Alex, no, no podía verlo antes de la charla que tendría con el, me conocía y sabía que me cegaría cosa que no podía ser, necesitaba recordar que aquel hombre me estuvo engañando durante dos años con mi mejor amiga, eso tenía que recordar esa era mi única arma para no caer otra vez.
    
    Sentía que me ahogaba en el camarote, cogí el capazo de la piscina y me dispuse a darme un baño para relajarme, pero primero daría una vuelta por el barco, fui a la parte más lejana suponiendo que Alex estaría comiendo con sus padres, no quería encontrármelo antes de poder hablar seriamente con el.
    
    A medida que iba caminando viendo la inmensidad del barco dejaba que el aire me levantara mi melena, intentaba que la brisa se llevará toda la tristeza que sentía en ese momento, llegue hasta la popa, las estelas marcadas en el mar aún me hizo entristeció más, di media vuelta y me dirigí a proa, desde mi posición podía ver la piscina desde arriba, a esa hora solo se veían jóvenes bañándose pues la gente mayor estarían comiendo, vi al nieto de los amigos de mi suegro, estaba con un grupo de chicos y chicas, me asombré con la facilidad de hacer amigos, a penas llevábamos medio día en aquel barco y ya había hecho amigos, me quedé mirándolo, la verdad es que el muchacho era guapo, un buen cuerpo y su rubia melena sujetada ...
    ... por una coleta lo hacía aún más interesante, al recorrer la piscina con la vista me quedé parada, Alex en la barra del bar, con sus Bermudas hablando con dos mujeres, más o menos de nuestra edad, una punzada me atravesó el corazón, por supuesto que era libre de hacer lo que quisiera, pero no lo veía bien, supongo que algo tuvieron que ver los celos, una cosa era saber que era libre y otra verlo coquetear con otras mujeres, por qué eso era lo que estaba haciendo, no sé por qué lo hice, supongo que debo tener la vena sado, me quedé mirando sus movimientos, no se lo que les estaría diciendo pero por el rostro de las mujeres era gracioso, eran dos morenas de buen cuerpo, unos besos, me hicieron saber que era el momento de las presentaciones, conocía de sobras a mi marido cuando quería era un Don Juan, siguiendo mi vena masoquista continué chafardeando desde la seguridad que me daba estar por encima de ellos, había una de ellas que no dejaba de mirarle a los ojos, cosa normal pues a mi me venció con ellos, ¡Joder! me grité a mi misma, no caigas otra vez, pero en ese momento me sentía debil, recorde cuando nos conocimos, fue en una discoteca lo que se llama un flechazo, un par de copas y en menos de una hora estabvmos en el lavabo follando como locos, y a partir de ese día hasta entonces, volvi a mirar al grupo de chicos y me vi descubierta por Marcos, el cual me hacia gestos para que bajara al verme descubierta no pude mas que decirle con gestos qué no podía, cosa que arrodillandose ...
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