1. La chica del autobús


    Fecha: 31/12/2019, Categorías: Hetero Autor: zolodiversion, Fuente: CuentoRelatos

    Desde hace varios días he coincidido con una chica en el colectivo o autobús urbano; al principio se me hizo bonita, un poco atractiva, ya que no tiene grandes pechos, que es lo que me atrae más a mí, pero resulta que un día que coincidimos resultó que llevaba unas mallas de estampado abstracto color blanco con negro, al bajarse (porque siempre se baja antes que yo), pude notar sus piernas por la tela tan entallada, se veían muy hermosas, parecía que hacía ejercicio o que practicaba algún deporte, además de tener un trasero muy antojable, nalgas firmes, medianas pero bien formadas, desde ese momento sentí una excitación que no me había ocurrido antes, tomé la determinación de conocerla a como diera lugar.
    
    Otro día que coincidimos, tuve la fortuna que venía casi lleno el autobús, sólo por un único lugar, justo al lado de ella, me acerqué y le pregunté si me podía sentar en el lugar vacío, ella asintió con la cabeza y me dejó pasar, ya al estar acomodado comencé a hablarle de lleno del camión, que si el clima, en fin, cosas triviales, ella sólo contestaba con monosílabos y cuando vi que se disponía a bajar le deseé buen día y le agradecía la compañía, ella se extrañó un poco y se dibujó una pequeña sonrisa en su rostro. Otro día que nos tocó en el mismo autobús, no pude sentarme junto a ella, pero cuando se bajó me bajé con ella y le volví a hacer plática, ella como que se incomodó, ya que ni le pregunté su nombre, ni le di el mío, me despedí deseándole de nuevo un buen ...
    ... día; así lo hice por tercera vez, pero en esta ocasión, ella un poco molesta me dijo: "Ya no sigas intentando, sé que lo único que quieres de mí es sexo", entonces solté una leve risa y le dije: "técnicamente no quiero sexo, es más bien que te quiero hacer un beso negro" y me fui deseándole un buen día.
    
    Después de esto pasaron 5 días sin verla, ya se atravesó un fin de semana largo y cuando me tocó de nuevo coincidir con ella en el mismo autobús, no me acerqué, sólo la veía de reojo, pero al llegar a su parada, noté que no se bajó, como yo bajaba algunas cuadras después, se bajó junto conmigo, me detuvo y me dijo que la había dejado intrigada, porque no sabía a lo que me refería, ¿No era sexo? ¿Entonces qué era? yo me reí, porque había logrado que ella se acercara a mí, le comenté que no había penetración, en cambio era algo muy rico, excitante y que ha llegado a ser adictivo para algunas personas, si quería saber más, le propuse que nos viéramos esa noche, ella aceptó y me dijo dónde pasara por ella.
    
    Cuando la vi, la saludé desde lejos, sin acercarme mucho, la invité un café y aceptó; la plática comenzó con cosas triviales, si tenía novio, que cuantos años tenía (23 y yo 36), en fin, cosas por el estilo; pero jamás el nombre; hasta que por fin me dijo "Ya dime...", mira, no soy experto, pero sé que tiene que ver con mi boca, mi lengua, tal vez mis dientes y tu trasero; ella abrió tanto los ojos que parecían salirse de sus cuencas, ¿Mi trasero? dijo; "Claro, por eso se ...
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