MI AMIGA LA CHELITA - Relatos Eróticos

MI AMIGA LA CHELITA

Bueno les relataré la historia que me comentó mi amiga a quien de cariño le llamo “la chelita “y el relato es como sigue: “yo era hasta entonces una mujer de lo más puritana que te puedas imaginar, muy felizmente casada con 2 hijos lindos e inteligentes y un esposo (puritano igual a mí), que es muy buena persona y me ama, llevaba una vida muy tranquila tanto amorosa, familiar como sexual; ya que vengo de una familia muy tradicional y religiosa ( somos católicos).Pero, todo eso cambio cuando me trasladaron al lugar donde trabajo hoy, ya que aquí conocí a mi adorado tormento, al hombre que le daría a mi vida un giro de 500 grados ( y no exagero ), él descubrió en mi “ a la puta que dicen que toda mujer lleva escondida en lo más profundo de nuestro ser, y que solo el hombre indicado es capaz de descubrir “.Pero, debo aclarar que cuando lo conocí me pareció arrogante, engreído y hasta cierto punto vanidoso; bueno me caía mal, como tropezón en ayuna en el dedo pequeño del pie. Y por educación lo saludaba y el me devolvía el saludo, hasta ahí todo iba bien. La cosa cambio un día que casualmente coincidimos en una farmacia cuando andábamos comprando medicinas para nuestros respectivos hijos (ya que él también es casado, y en ese entonces vivía con su esposa y sus hijos).

Nuestras miradas se cruzaron por accidente y ya no pude esquivarlo, se me acerco (primera vez que lo hacía), entablamos una conversación y hablamos trivialidades, luego nos despedimos y cada quien se fue a su ...

... casa.

Y como dije mi vida cambio ya que mi susodicho tormento el siguiente día se acercó a mi escritorio y desde ese momento me dijo “la amo “y no quitó el dedo del renglón y cada vez que podía me repetía dulcemente al oído la misma frase una, otra y otra vez.

Le dije que estaba equivocado que era imposible que me amara sin conocerme, a lo cual me respondió que era “amor a primera vista” y le pregunte ¿qué es lo que le había gustado de mí? y sin tapujos me dijo que mi concha ya que en falda me resalta y se me ve grande (y para ser sincera la tengo grande y él hoy en día, todavía me pregunta si la compré cuando las vendían barata). Insistió tanto en lo mismo día con día, que en uno de esos me hizo caer, ya que para mí todo eso era nuevo.

Y como dije mi vida cambio para siempre. Comencé a disfrutar de las verdaderas delicias del sexo, cogíamos casi a diario lo hacíamos en el escritorio, en el toilette, detrás de las puertas, en los cuartos que hallábamos solos, y como salíamos en mi carro a pasear casi todos los días, cuando las ganas aparecían nos deteníamos y a coger se ha dicho; me enseño a mamarle el pito, y me enloquece como me mama la concha, me encanta sentarme desnuda en el timón y deslizarme hasta caer en mi verga parada (ya que él me decía que es toda y solo mía), y ya encima de ella, me mama las tetas y yo bramo como loca. Un día me comentó que todas las locuras que hacíamos las había visto en películas porno y que nunca nadie antes de mí, las había querido ...