1. Morbo a ciegas


    Fecha: 12/12/2019, Categorías: Lesbianas Autor: MARIA_X, Fuente: CuentoRelatos

    Por fin lo habíamos conseguido. Nacho, mi chico y yo llevábamos tiempo buscando un sitio donde vivir todas y cada una de nuestras fantasías eróticas. Nacho alquiló un estudio en una playa de la costa andaluza, que nos venía genial para esas escapadas. Fuera de allí, nuestra vida "A", como nosotros la llamábamos, trabajo, diversión amistad, morbo, sexo… pero en ese estudio, desatábamos todos y cada uno de nuestros deseos más prohibidos. Era nuestra vida "B".
    
    Hay un fin de semana en ese estudio, que recuerdo especialmente y es la historia que quiero compartir: Ese fin de semana, Nacho andaba liado con su trabajo y yo tenía vacaciones. Una tarde, despues de follar como locos, en un ataque de euforia, Nacho me dio las llaves de su estudio y me animó para que me adelantara unos días antes de los que habíamos planeado bajar juntos. A Nacho, le encantaba fantasear con la idea de verme con otros hombres y de hecho ya me había regalado mi primer trio (lo contare en otro relato), pero la idea de dejarme sola le ponía muy caliente y a mí, como él decía... me emputecía.
    
    Por supuesto me encantó la idea y adelanté ese viaje tres días; carretera, música y poca ropa... no la iba a necesitar. Ese fin de semana prometía. De viaje no podía evitar notar cómo se mojaba mi coñito sólo de pensar lo puta que me apetecía ser allí. Era como convertirme en otra María, mucho más atrevida, dispuesta a TODO.
    
    Recuerdo con sorpresa cuando al abrir la maleta había ropa que yo no había metido: ...
    ... algún tanga para la playa, un vestido con pronunciado escote. También había una cinta roja de terciopelo y dos corbatas. Y una nota: "ÚSALAS COMO TU QUIERAS Y SE MUY PUTA CARIÑO". Aún no se si él es consciente del efecto que tiene en mi ese lenguaje tan soez. Consigue que desee convertirme en la mayor zorra. Su zorra.
    
    A la mañana siguiente, al despertar, sin dudarlo estrené mi nuevo tanga, me puse una camiseta blanca y a la playita nudista que tanto nos gusta. Era la primera vez que iría sola. Me daba un morbazo increíble. Cuando me quité la camiseta, notar el calor en mis pezones, y ser consciente de las miradas de otros mientras bajaba mi tanga, esa sensación hizo que notase cómo se humedecía mi coño. Realmente, me encanta provocar. Es mi yo exhibicionista.
    
    El rollo de la playita nudista me puso muy cachonda y decidí volver al estudio, pasando antes por una tienda cercana. Cuando iba a pagar mi compra me percaté de que había un hombre mirándome detenidamente. Al centrarme en él, me di cuenta que era de uno de los que estaba con un grupo de gente en la playa nudista. Le había visto observarme un par de veces. Llevaba una camisa blanca y unos vaqueros que le hacían un culo de escándalo. Tenía barba de tres días y su mirada me desnudaba. -Eres la chica de la playa- me dijo acercándose. -Me estaba costando seguir la conversación de mis amigos, mientras observaba lo caliente que estabas- continuó. Ahí estaba, sin rodeos, directo al grano. Perfecto para mí.
    
    En ese momento, ...
«1234»