1. Siempre me calentaron los viejos (7)


    Fecha: 09/12/2019, Categorías: Gays Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    Me preguntó cómo me había ido en lo de don Ernesto y le conté: -Mmmhhhhh, hizo muy bien en darte esa paliza… -dijo.
    
    -Sí, don Benito… porque me porté mal… -y al decirlo con esas palabras sentí que me estaba excitando… Pensé en contarle sobre el señor Antonio, pero enseguida me di cuenta de que como sumiso eso no me correspondía y que era don Ernesto quien debía enterarlo.
    
    -Vale, mucamita, estás muy linda con ese collar… ahora a trabajar, me lavas la vajilla que dejé en la pileta de la cocina y luego barres el patio y este cuarto y me limpias el baño… ¿Entendido, niño?
    
    -Sí, claro, don Benito… -dije y me puse a trabajar excitado por el roce del cuero del collar en mi piel.
    
    Me llevó una hora la tarea que el vejete iba supervisando atentamente… En un momento, mientras yo estaba limpiando el inodoro con detergente, entró al baño: -Mira, putito, mira cómo tengo la polla, esta polla que vas a tragar en cuanto termines… -me di vuelta y vi que la había sacado del pantalón y la tenía hermosamente parada y dura… Tuve que hacer un esfuerzo para no arrodillarme y metérmela en la boca…
    
    -Apúrate, Jorgito, que quiero darte polla por el culo y por el morro… -me dijo y se fue. Dejándome excitadísimo y respirando fuerte por la boca…
    
    Por fin terminé con mi tarea de sirvientita cuando él estaba sentado a la mesa del patio… Me vio salir de la cocina, donde yo había dejado los elementos de limpieza y me ordenó: -Ven aquí, Jorgito… Jorgito putito… Eres muy putito, ...
    ... ¿cierto?...
    
    -Sí, don Benito… -acepté poniéndome colorado…
    
    -Arrodíllate y dilo…
    
    -Soy… soy muy… muy putito… -repetí de rodillas…
    
    -Vale, y como putito que eres me harás una buena mamada…
    
    Yo no deseaba otra cosa, así que le desabroché la bragueta, busqué la verga y la saqué fuera del pantalón, todavía muerta. Me puse a sobarla despacio y saqué afuera los huevos que sobé también y pronto se vieron hermosamente hinchados. ¡Ay, cómo me calienta tener un buen paquete entre las manos!... La verga no tardó en ponerse dura y erecta y entonces don Benito me urgió a mamarla, cosa que por supuesto hice con mucho gusto, pero antes le pregunte: -¿Va a terminar en mi boca, don Benito?
    
    -Sí, pero no te preocupes porque he tomado viagra, así que dentro de un rato, después de descansar un poco, voy a encularte…
    
    Semejante respuesta hizo aumentar todavía más mis ganas de chupar esa belleza de verga. Chupé y lamí subiendo con mi lengua desde los huevos hasta la punta para después volver a metérmela en la boca hasta la garganta, ardiendo de calentura y cuando me recuperaba de las arcadas, volvía a mamar sintiendo cada vez más el deseo de que el viejo se corriera y me llenara la boca de leche. Y poco después me la inundó con ese licor delicioso que tragué hasta la última gota, mientras él jadeaba roncamente, como un animal, y se echaba hacia atrás en la silla.
    
    Poco después, mientras yo seguía arrodillado y me sobaba el pene bien erecto y duro, don Benito me ordenó seguirlo hasta su cuarto… Una ...
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