1. Embrujado por la pasión de mi madre


    Fecha: 09/12/2019, Categorías: Infidelidad Autor: omarito, Fuente: CuentoRelatos

    ... había molestado, tan sólo dije que me gusta sentir como los demás disfrutan del buen sexo, y especialmente mi hijo.
    
    Para eso momento yo llenos de deseos hacia ella. Le pregunté:
    
    -Cómo podés decir eso mamá, soy tu hijo.
    
    Se sentó a mi lado. Y no pude evitar mirarle el escote. Ella me dice:
    
    -Soy tu madre, y tú me miras los pechos, ¿qué diferencia hay?
    
    Cerré los ojos, me tomé la cara con mis manos. Diciendo:
    
    -¿Qué pasa mamá?
    
    Ella me sorprende con otra pregunta:
    
    -¿Te parezco atractiva?
    
    Sin pensarlo le digo que es hermosa, siempre me pareció hermosa. Y me sorprende otra vez.
    
    -Anoche te vi amor, cómo hacían el amor con tu novia, y me encantó.
    
    Mientras tanto me seguía acariciando pero ahora la pierna. Y le contesto:
    
    -Anoche te vi cómo te masturbabas.
    
    Se detuvo.
    
    -¡¡¡Me viste!!! -Sorprendida aclamó. Y después de unos segundos me preguntó-¿Qué te pareció?
    
    -No lo podía creer mama, estaba muy excitado, me encantó.
    
    Ella sin pensarlo dirigió su mano a mi bulto. El cual era bastante visible. Al tocarme ella, mi madre, me recorrió tu terrible escalofrío. Pero yo no dudé, en dirigir mis manos a sus pechos. Ella me masturbaba sobre el pantalón. Yo acariciaba sus pechos, sobre su vestido. Lentamente corrí los breteles de su vestido. Y vi sus hermosos pechos, sus pezones erectos… era todo un sueño. Sin pensarlo dirigí mi boca a ellos. Antes de rozarlos con mi boca, ella ya estaba gimiendo. Al tocarlos con mis labios, me abrazó, y se dejó caer sobre ...
    ... la cama. Ahí comenzaría todo. Me acomodé sobre ella. No dejaba de besar sus pechos, morderlos, pellizcarlos… ella ya había buscado mi pene por debajo de mi pantalón. Sus palabras eran: “no pares mi amor, seguí, soy toda tuya… como tu novia”. Me volvía loco. Me paré. Y me desnudé quedando a la vista con mi pene erecto. De un solo empujón le saqué el vestido. Y sentí una oleada de perfume de mujer excitada. Fui directamente a su boca. Nos besamos como nunca lo había hecho con alguien. Mientras frotaba mi pene, sobre su vagina húmeda, ella movía sus caderas. La miré a los ojos, y dirigí mis manos a su centro de placer. Lentamente le saqué su tanguita. Y llegué a sentir su calor con mis dedos, la penetré con mi dedo.
    
    -¿Así lo hacías anoche? O mejor…
    
    Ella no dejaba de gemir. La masturbé por unos minutos. Hasta que le saqué mis dedos y los coloqué en su boca. Me los limpió con una buena perra. Y lentamente fui con mi boca, a su centro de pasión. El aroma era penetrante. Pero sin pensarlo, comencé a lamer su vagina. Mi lengua la estaba violando. Y no dejaba de gemir, hasta que llegó a un orgasmo, sentí todos sus jugos en mi boca. Casi rogándome me dice que la penetre. Sin pensarlo, me pongo sobre ella, y tomo mi pene, y le rozo intencionalmente sobre su vagina, hasta que ella misma me lo agarra, y se lo mete brutalmente. Sentí que estaba en las nubes. Ese calor era increíble. Comenzó un movimiento majestuoso, era una princesa mi madre en la cama. Yo la acompañaba. Me rodeó con ...