Paja en la cocina - Relatos Eróticos

Paja en la cocina

... se habían secado, ella mujer de 36 años bajita 1,60 cm. de altura, con trasero normal 80 cm. (pero que a mí me vuelve loco) unos pechos de talla 95 que luego de amamantar a dos niños y a una tercera en curso, ya han perdido la tonificación juvenil, pero calzan perfectos para realizar una buena turca, y calentar a más de uno con un buen escote, gracias a su buena genética no había perdido cintura en los años ni con los embarazos, así que en mi pobre descripción les diré que era una autentica milf, con todas las letras. Se había calzado una remera escotada y un pantalón buzo (para esta cómoda entre casa), como sabrán esa ropa no levanta mucho, pero yo ya venía “levantado” imaginándome a mi mujer y a mí mismo como personajes del relato leído. Me acerco por detrás y con la mano izquierda tomo con firmeza la parte de su ingle apretando con fuerza y la derecha pasando por debajo de su brazo derecho para tomar el pecho izquierdo rodeándola, y por ende apoyando mi enmastilizado bulto a la altura de su cintura, y asiendo anden de penetración mientras la sobaba, a lo que ella exclama (con una la vos de putita) ….-MMM Maloso, que es lo que viene a apoyarme esa pija dura….Yo mientras realizo esto le digo al oído…-Mira como la tengo después de leer un relato de una putita como vos.

(yo pensando todavía que esto sería solo una previa, dado que los niños vendrían en cualquier momento a cortarla)

—MMM y que estabas leyendo que anda así de caliente?

—Ya te dije una historia de una ...

... putita calentona como vos. -En esto yo hago un cambio de manos subiendo la izquierda a su teta izquierda haciendo primero un pellizcón fuerte en su pezón y mordiéndole el cuello, mientras descendía mi mano derecha para meterla dentro de su tanga, y cuál fue mi sorpresa que no encontré dicha prenda ubicada en su lugar. A lo que le digo...

—Que es lo que hace andando por la casa sin bombacha.

—Es que estaba esperando que vengas a sobarme la pija por la colita, y que puedas bajar el pantalón rapidito para frotarme la verga con ganas. Ya tengo la conchita mojada para que se deslice bien.

—Muy putita usted andando así.

—¿Y no te gusta que sea putita? ¿Que sea su putita?

—MMMMM como me pones guacha.

—¡Espera un poquito calentón!!, déjame que termine de guardar las cosas.

—¿No puedo, con esa cola libre como querés que haga? A eso ya tenía dos dedos metidos en su conchita y me los mojaba con sus fulos que ya eran bastantes. Ella traba el culito para atrás intentando sentir más mi verga contra ella, le suelto la concha un segundo para meter mi mano derecha en mi pantalón y sacarme la pija (ya a punto de reventar), y empiezo a hacerme una paja contra su culo.

—MMM ya se sacó la pija para pajearse?

—Y si te gusta que me pajee por tu culito.

—SSSSSi sabe que me encanta sentir esa pija cerca del culo. - Yo ya estaba pajeándome en una forma frenética, Ya había logrado bajar su pantalón a la altura por debajo del muslo, y colocando la cabeza del pene entre sus ...