1. Cuando cerré los ojos


    Fecha: 16/11/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: mariabm17, Fuente: RelatosEróticos

    Saludos amigos de Relatos Eróticos. Después de haberme mojado mucho leyendo sus historias al final me he decidido a mandar la mía, espero me tengan consideración pues es mi primera vez. Espero les guste.
    
    Quiero presentarme, mi nombre es María y actualmente vivo en la ciudad de Puebla. Trabajo como maestra de primaria, vivo con mi mamá y mi hija de 9 años. Como pueden imaginarse llevo una vida tranquila dedicada al trabajo y al hogar pero no siempre fue así.
    
    Sin pecar de vanidosa me considero bonita, además siempre he cuidado mi cuerpo con una buena alimentación y ejercicio. Físicamente soy de piel apiñonada, ojos verdes y cabello pajizo, entre castaño y rubio. Mido 1.65, delgada, y bueno, no tengo mucho busto pero siempre he creído que tengo unas lindas caderas, aunque de niña me daba vergüenza lo grandes que eran, a contrario de otras chicas.
    
    Lo que pasó fue en el verano de 1993. En ese entonces tenía 16 y cursaba el último año de secundaria. Era una época difícil tanto en la escuela como en la casa y mis notas iban de mal en peor, muchas veces fue mi madre con el director debido a mi mal desempeño. Después de muchos avisos de expulsión llegaron a un acuerdo, si no recursaba me dejarían seguir en el colegio, así podría graduarme y salir de ahí.
    
    Todo siguió su curso y seguí adelante, seguía con mis notas bajas posibles pero no recursaba, todo iba bien el maestro Méndez, él era un hombre horrible de unos 40 años, pero que a mí me parecían 60. Un gordo, calvo con ...
    ... voz profunda y ronca, además era muy estricto y hasta grosero con mis compañeros pero sobretodo compañeras, no faltaban los rumores de él acariciando u obligando al sexo a las jóvenes para aprobar la materia. A mí me caía mal, pero nunca pude dar crédito a eso, hasta entonces.
    
    Ese día en casa había sido horrible mi mamá bebió mucho y no me dejó dormir, al otro día había examen y para sorpresa de nadie reprobé. Y peor aún, solo yo y otra compañera que se llamaba Ana. El maestro pidió que nos quedáramos en el salón para resolver este asunto, una vez que terminará la clase, habló con nosotras y dijo que íbamos a reprobar. Me sentí mal, significaba el horror de pasar otro año encerrada en éste lugar. Ana parecía más nerviosa y no se pudo contener y comenzó a llorar, ella estaba becada, era una alumna de muy buen promedio y si esto pasaba perdía la ayuda que recibía.
    
    Lloró mucho, en cambio yo estaba seria, triste y enojada. Lo que no pude dejar de notar fue una mueca en la cara del maestro, que lejos de simpatía más bien era como una sonrisa. Además sentí nos miraba de forma lasciva. Dijo que no nos preocupáramos, había una manera de arreglar esto pero teníamos que hablar fuera del colegio. Quedamos en que yo iría por Ana más tarde, y juntas llegaríamos a donde el Sr. Méndez.
    
    Cuando llegué con Ana, ella ya se había arreglado y se veía muy linda, morena y de buen cuerpo, con mucho más busto que yo, lo presumía. Usaba un vestido corto de tirantes, muy fresco y ligero. Yo en ...
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