1. Novatada placentera


    Fecha: 08/11/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Carlosle, Fuente: CuentoRelatos

    ... los dos amigos de Pedro, él y yo mismo. Damián un tipo de unos cuarenta y cinco años moreno, fuerte y peludo era el jefe y de él dependía que se me aceptase o no, Jorge un treintañero como yo, rubio y muy guapo, a los tres se les notaba el ejercicio de la bicicleta y el gimnasio y por último yo, moreno de metro ochenta y cinco y ochenta kilos, dicen que guapo.
    
    Trabajamos en dos equipos Pedro con Jorge y Yo con Damián y dormíamos en dos habitaciones dobles con el mismo reparto, nos juntábamos al medio día para comer, cambiar impresiones y organizar la tarde, a la noche también cenábamos juntos y si no estábamos muy cansados íbamos a algún local a tomar una cerveza y después al hotel.
    
    La semana fue bien, el lunes estaba bastante cortado, pero a partir del martes me empecé a soltar y la cosa no se me daba nada mal. Cuando llegó el jueves nos fuimos para el hotel después de cenar, yo esperé a que Damián acabara de ducharse para después hacerlo yo. Al salir de la ducha y entrar en la habitación me encontré a los tres de pie en pelotas y mirándome fijamente, me quedé sin saber qué hacer ni decir esperando a ver qué pasaba, al cabo de un rato Pedro rompió el silencio.
    
    —El trabajo es tuyo, pero debes aceptar una cosa —me dijo con una sonrisa en la boca.
    
    —¿Cual? —Pregunté desconfiado.
    
    —Entre nosotros el más novato tiene que ser la puta de los demás, hasta ahora era Jorge, y como tú eres el ultimo, te toca —hablo Damián.
    
    Durante un rato me quedé mirándolos, los tres ...
    ... estaban potentes, musculados y bien cuidados, Damián tenía la polla más gorda que vi en mi vida eso que todavía estaba flácida, Jorge la tenía más delgada pero larga, aunque no estaba erecta de todo imagine que tiesa andaba cerca de los veinte centímetros, Pedro la tenía normalita dieciséis gorditos calculé, yo tengo dieciocho y un culo tragón.
    
    Se me vino a la mente que Damián y Pedro estaban casados, dejé a un lado el calentón y dije:
    
    —Bueno chicos, lástima que solo sea una novatada.
    
    —¿Crees que es una broma? —Preguntó Jorge.
    
    —No lo creo, lo sé —dije yo.
    
    —Bien, tendremos que demostrar que es en serio —Replicó él.
    
    Se puso de rodillas delante de Jorge y comenzó a besar el capullo de este, al poco rato la polla estaba bien dura y comenzó a tragársela mientras con la mano le masajeaba los huevos.
    
    Damián se sentó en una butaca ahora tenía la polla tiesa, no la tenía mucho más grande que antes, solo se le puso erecta y dura, es lo que suele pasar con las pollas grandes, pero de todas formas estaba alucinado con el grosor de aquella tranca. Dirigiéndose a mí, dijo:
    
    —¿Quieres el trabajo o no?
    
    —¿Tú qué crees? —Le pregunté al mismo tiempo que me quitaba la toalla dejando a la vista mi verga que ya estaba bien dura.
    
    —¿Qué te apetece primero esto? —Le pregunté agarrando la polla.
    
    —¿O esto? —Le dije dándome la vuelta y abriendo las nalgas.
    
    —Ya veo que vas a ser una buena zorra, de momento empecemos viendo que tal lo haces con la boca.
    
    —Cariño, soy el ...