1. La casera de mi novia (I)


    Fecha: 03/11/2019, Categorías: Incesto Autor: Yiyo2115, Fuente: CuentoRelatos

    ... dieciochos años y una nena linda de tres.
    
    –Epa, epa. Eso no me gusta. ¿Y si ese chamo se pasa de listo con Abril y le echa los perros?
    
    –Tranquilo vale. Yo lo vigilaré. Y además, antes de que él pretenda tener algo con ella, yo tengo algo con él.
    
    Nueva dosis de carcajadas como consecuencia de las ocurrencias de mi amigo.
    
    –Bueno dale. Te dejo Andrés. Nos vemos al rato.
    
    –Dale muchachón. Nos vemos.
    
    Antes de que colgara, se me pasó, como un rayo de luz por la mente, hacerle una pregunta:
    
    –Andrés, antes de que cuelgues y aprovechando que no está Abril aquí. ¿Qué tal está la tal señora Missel? ¿Está buena o qué?
    
    Si hubiera podido ver la cara de Andrés en ese momento, de seguro me habría encontrado con una expresión facial convertida en la más completa picardía.
    
    –Ya la verás Emilio. Ya la verás.
    
    Antes que yo pudiera objetar cualquier cosa al respecto, ya Andrés había cortado la llamada.
    
    Terminé de alistarme y emprendí camino al encuentro de mi novia y Andrés, no sin cierta curiosidad a causa de ese último comentario que hizo mi amigo sobre la casera de mi novia.
    
    Llegué a la hora acordada. Ya estaban mi novia y amigo esperándome.
    
    –Hola mi vida. –Saludé a Abril con un fuerte abrazo y un gran beso en sus labios.
    
    Posteriormente me giré hacia Andrés.
    
    –Epale Andrés. ¿Cómo estás chamo? –Saludé a éste con un fuerte apretón de mano.
    
    Ya cumplido con las normas convencionales de cortesía, fuimos rumbo al nuevo ambiente de vivencia que tendría mi ...
    ... novia a partir de ese momento.
    
    Como ya lo dije al principio, la residencia quedaba al este de la ciudad. Y en autobús, no tardamos ni media hora en llegar a nuestro destino. Ya las cosas de Abril se habían trasladado con anterioridad a la residencia gracias al favor que me hizo un amigo de llevarlas, tomando en cuenta que tiene una camioneta y que para ese momento no tenía mayores oficios que hacer. Es por eso que nos fuimos en autobús para allá, sin mayor equipaje del que acarrear.
    
    Tengo que reconocer que la zona era muy agradable, un conjunto residencial que daba a entender que la comunidad era de buen trato. Llegamos a la casa, y Andrés, con su respectiva llave, abre la puerta trasera de la residencia, que era la entrada para uso exclusivo de los inquilinos de la señora Missel.
    
    –¿Qué tal les parece la residencia? –Preguntó Andrés con un aire protocolario de bienvenida.
    
    –A mí, me encanta. –Dijo Abril emocionada.
    
    –A mí igual. Me parece bonito y está bien céntrico de la ciudad. –Afirmé yo con toda sinceridad.
    
    Luego de la bienvenida. Andrés nos llevó hacia la habitación que él y mi novia iban a compartir a partir de ahora, no era muy grande pero sí tenía el espacio suficiente para que los dos convivieran a gusto en él.
    
    Luego de la inspección rutinaria y que ambos terminaran de ubicar bien sus cosas, Andrés llamó a la casa para ver si se encontraba la señora Missel y así poder presentárselas a Abril y a mí.
    
    Yo estaba algo nervioso e intentaba disimularlo ...