1. Génesis de mi experiencia sexual


    Fecha: 29/10/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... para todos, pero en esos momentos me llegó una aflicción, de ver que aquel río blanco que brotaba de las nalgas de la gata Sonia, no parecía terminar de caer en las sabanas de la cama. Sonia y yo nunca fuimos novios, nunca nos presentamos o nos conocieron así. Lo nuestro era una curiosidad por el sexo y ella siendo mayor que yo, tenía el control absoluto de hacer conmigo lo que quisiera. No recuerdo cuantas semanas o meses, pero todas las tardes entre semana, repetíamos aquel acto, hasta que un día la bella y sensual Sonia, la enviaron al extranjero a estudiar.
    
    Por esos días me volví a encontrar con Ana, una morena muy linda que por lo que me decía sus amigas, se había enamorado de mí. Yo por estar enculado literalmente de la gata Sonia, nunca le preste atención. Pero recordando a Ana, era una chica muy linda y muy inteligente. Gracias a esa inteligencia evitó lo que tuvo que evitar para lograr sus metas. Y al igual que Sonia, esta chica de un rostro angelical solo me ofreció el básico sexo oral, y para evitar problemas, un día me dio también su rico culo.
    
    Recuerdo ese día en el guarda coches. Ella deja que le quite los calzones y le mamo esa conchita donde saboreo sus vellos púbicos. Logra un orgasmo y es cuando ella decide complacerme. Por desconocimiento del sexo oral hasta el momento para ella y quizá por instinto de proteger la reputación que arriesgue la pureza de la familia, evita darme la conchita, pero me da lo apretado de su colita. Al igual con Sonia, no sé ...
    ... si mi verga está adentro o solo se desliza por esa rajadura… luego siento el apretón de su esfínter y Ana me dice que estoy dentro de ella. Igual, esa fuerza pueril me envía a ver el horizonte del paraíso. Lo veo ahora en plenitud, cuando siento que le he dejado caer mi descarga.
    
    Solo recuerdo me subí el calzoncillo y los pantalones y me alejé del lugar. No la volví a ver hasta más de casi dos décadas después. Ana, sin yo saberlo, era la pediatra de mi hijo. Me reconoció fácilmente y mi apellido no es de los más comunes y tuve que inventarle la excusa menos dolorosa que me permitiera salir con ese mal recuerdo.
    
    Después de Ana, llega Tamara. Una linda chica con los genes de todos los mundos. Tenía esa facción de los asiáticos, pero rubia y con ojos azules. Su padre un anglo, su madre una mujer sencilla de Vietnam. Una chica muy bella e inteligente; ahora al igual que su padre es doctora anestesiólogo. Con ella solo fue sexo oral… esta es la reina del sexo oral, la cual me enseñó a dejar de ser un eyaculador precoz.
    
    La primera vez que me dio sexo oral me hizo acabar en dos minutos. Ella fue la que por primera vez me dijo: Tony, eres un chico muy lindo y sé que las mujeres te tiraran sus calzones cuando te vean pasar, pero si no aprendes a darles placer, serás siempre una decepción y el olvido para todas. Eso me dolió y me sometí a su juego de no acabar mientras ella no me lo pidiera. No fue fácil al principio, pero logré a recibir mamadas por largos minutos sin eyacular ...