1. Génesis de mi experiencia sexual


    Fecha: 29/10/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    Mi primera y segunda relación sexuales, fueron sorprendentemente relaciones anales. Bueno, debo rectificar, la primera relación sexual fue oral, pero mi primera gran y rica eyaculación que queda en ese recuerdo idealizado, terminó en el rico culo de Sonia. Mientras mis amigos me hablaban de la masturbación, la cual por sus relatos nunca me llamó la atención, en ese mismo tiempo la gata Sonia (Así le llamábamos por sus ojos verdes), me convertía fisiológicamente en un hombre, aunque en el fondo seguía con la psicología de un jovenzuelo.
    
    Nunca hubo con ella penetración vaginal, y es que a nuestra edad nos daba pena comprar condones en las tiendas, especialmente cuando en todas nos conocían y con Sonia que era mayor que yo, pues ella ya iba a la universidad, con ella fue ese gran descubrimiento del placer sexual. No éramos novios oficiales, pues creo que le incomodaba mi edad, y por un buen tiempo teníamos esos encuentros en su casa, donde pasábamos por horas besándonos y poco a poco ella me dirigió a sus pechos, para luego encaminarme a su panochita, la cual tenía unos cuantos vellos amarillos y que aprendí a chupar y encontrarle gusto a ese sabor y olor extraño, pero que instintivamente me atraía, como una abeja hacia una flor.
    
    Se la chupaba casi todos los días, pero nunca había visto esa explosión y mirada en Sonia, que cuando tuvo su primer orgasmo. Realmente nos perdíamos en el tiempo y solo nos cerciorábamos que nadie nos mirara cuando yo iba por las tardes y entraba ...
    ... por la parte trasera del solar. Aquella vez Sonia se compadeció de mí y esta vez no solo me permitió que deslizara mi virginal pene entre sus nalgas por unos segundos, esta vez ella me asistió, para que la pudiese penetrar. Por falta de experiencia y con la adrenalina del momento recuerdo nuestro tonto dialogo en esa posición que luego conocería como de perrito o en cuatro patas:
    
    - ¡No Tony, ahí no, adelante no… me puedes dejar embarazada!
    
    - Te la quiero meter atrás, pero siempre se desliza hacia adelante.
    
    Creo que muchos se han de recordar de momentos así, que por esa falta de experiencia y tacto en el sexo, no sabemos cómo es esa sensación de sentir el pene en una vulva o en la presión que hace un esfínter en el glande cuando este lo quiere invadir. Y no olvido esa sensación de ese primer apretón y la confirmación de la gata Sonia al decirme: ¡Si Tony, ya la tienes adentro!
    
    No creo que la habré pompeado más de dos minutos cuando el cielo se abrió, los colores brillaron en su naturaleza y por primera vez en mi vida, siento ese placer que no se logra entender y que a pesar de su breve duración, mi cerebro todavía no procesaba cuando iba a terminar. Veo por primera vez ese líquido blancuzco brotando del ano de Sonia, sin entender a plenitud, que era ese líquido que yo le había inyectado producto de esa liberación, donde el pequeño da pasos de hombre, en una sensación poderosa, como cuando el hombre por primera vez pisa a la luna.
    
    No sé si la sensación fue igual ...
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