1. LA ESPERA


    Fecha: 23/10/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... sus piernas y más la presionaba… Su verdugo no le daba respiro, beso tras beso se había apoderado de su sexo… y al ver tanta belleza en todo su esplendor, aceptó la más dulce invitación que esperaba recibir y con toda la excitación que le producía verla así, en un movimiento inesperado, sujetándole las piernas, abruptamente la penetró… embistiéndola frenéticamente una y otra vez, y luego abrazándola y penetrándola una y otra vez con pasión desenfrenada, revolcándola en su lecho, entregándole el máximo placer.
    
    Y es que cuando la pasión se desborda y la euforia nos embarga, la ternura y la decencia huyen de ipso facto dando paso a la obscenidad y a la lujuria…El desenfreno, el atrevimiento y el deseo se conjugan en uno sólo y los cuerpos quedan a merced de los deleites carnales… Así estaba Cris, libidinosa, deseosa de ser sometida gozando con cada embestida. Ella sabía qué efecto producía en él y a toda costa quería acentuarlo utilizando su cuerpo para lograrlo. Su sexo hervía por las incesantes arremetidas de su verdugo. Cris se aferraba a él con todas sus fuerzas alentándolo a irrumpir en ella con más ímpetu y más brío… Con la emoción que le producía sentirse llena con su verdugo, de sentirlo dentro de ella. Ya no había lugar para los dulces susurros que la habían adulado aquella primera vez… Su boca no sólo musitaba gemidos y sollozos… ahora tenía la osadía de vociferar imperantemente a su verdugo quien la sodomizaba con firmeza. Penétrame! Gritaba excitada.. más ...
    ... fuerte!, con su voz entrecortada, mientras él la avasallaba.
    
    Fue sólo un segundo en el que Cris dejó de sujetarlo cayendo como rendida y estirando sus brazos sobre su cabeza. Su piel estaba enrojecida y sus tetas desafiantes… Pero fue sólo eso, un segundo, porque siguió vociferando con vehemencia mirándolo a los ojos… imponiéndose, ordenándole… arqueando su espalda mientras él la tomaba por su cintura… mostrándose… Bésalas!… le decía, mirándolo a los ojos fijamente… bésalas!… insistía, mientras su verdugo seguía embistiéndola… Y quien podría resistirse ante tanta belleza? Entonces las manos de él se posaron sobre sus tetas que se movían al vaivén de las arremetidas... suaves, hermosas... bellas tetas de Cris con sus pezones rojos invitando al placer… placer que recibían de los labios de su opresor quien las apretaba y estrujaba con deleite, sacudidas al ritmo de una cópula salvaje, hurgadas y manoseadas sin caprichosamente.
    
    Agitada pero no extenuada, instaba a su tirano amante con sus frases ardientes. Estaba altiva y fogosa y quería sentirse llena… Se escabullía de su verdugo pero al instante se le ofrecía… Penétrame! le gritaba… y él impetuosamente le obedecía. Ella era suya… Ella lo sabía… Le gustaba sentirse dominada y todo lo permitía… que la arrastrara en su cama, que la tocara con lujuria, que le abriera sus piernas y la penetrara con furia, que la volteara boca abajo y le hiciera lo que quisiera, que le abriera el culo y con dureza la sometiera… Ese era el destino que ...