Tres largas semanas sin sexo - Relatos Eróticos

Tres largas semanas sin sexo

... Después comenzó con su ritmo de bombeo; aumentando su velocidad mientras aumentaban mis gemidos.Lo acerqué hacia mi boca y le mordí sus pezones, pasé mi lengua por sus duros pectorales y él con una mano me tomó de la nuca para comerme la boca en un beso muy húmedo…Un rato después de tomar un lindo ritmo y ya cuando parecía que Quique estaba por acabar, de repente se detuvo.Lo abracé con mis brazos y piernas y él se abalanzó sobre mí.Me susurró al oído: “Todavía no, mi putita caliente…"Yo le supliqué que no se detuviera y entonces Quique tomó otra vez impulso y se hundió nuevamente entre mis muslos.Me siguió cogiendo, está vez con más frenesí, aprovechando mi lubricación y excitación. Entonces por fin sentí dentro de mí su descarga de semen hirviente.Mi agradecida concha se contrajo con mi orgasmo; pareció cerrarse y a Quique le costó trabajo seguir bombeándome un poco más.Pero el tipo era insistente; ya que para colmo, mi propio orgasmo y mis gemidos de gata desafiaban a su endurecida pija. Cuándo derramó hasta su última gota de semen dentro de mi vientre, sentí que mi concha se desbordaba y recorría la raja hasta mi ano, cayendo sobre la pesada mesa de algarrobo.Quique se ...

... volvió a recostar sobre mi cuerpo; su transpiración se mezclaba con la mía. Sacó su pija de mi concha cuando empezó a perder su erección, después de un buen rato de estar así unidos…Luego pasó nuevamente esa gruesa cabeza por sobre mi labia, para jugar con mi calentura interminable y hacerme cosquillas. Mis dedos se deslizaron por mi vientre hasta alcanzar mi clítoris hinchado. Lo acaricié y jugué un rato con él hasta acabar otra vez.Quique sonrió al ver que me retorcía de placer. Luego él fue al baño.Regresó unos minutos después y me miró un rato, ahí acostada sobre la mesa, desnuda, desbordada y toda transpirada, todavía con la respiración agitada. Lo dejé que recorriera mi cuerpo con sus ojos.Se inclinó para besarme y me susurró al oído:“Qué suerte tiene ese boludo de tu novio…”Lo miré a los ojos y le contesté con una leve sonrisa.Después se vistió sin apuro y se fue.Mientras me recuperaba de mi orgasmo, cerré los ojos y disfruté por un momento del silencio y la soledad. Abrí mis ojos para ver por la ventana la hermosa puesta de sol entre los edificios altos.Recibí un mensaje de Quique; prometiendo que volvería por más…Mi respuesta fue que lo estaría esperando… igual que a mi novi