Otra vez en las garras del portero - Relatos Eróticos

Otra vez en las garras del portero

Ese sábado por la tarde estaba sola en mi casa. Mis viejos se habían a pasar el día en la casaquinta de unos amigos.La noche anterior había salido con Víctor a bailar y habíamos terminado garchando como locos en un telo de la Panamericana. La concha me había quedado en llamas, ya que mi adorado noviecito tenía una verga bastante grande. Cada vez que comenzábamos a coger, no existía nada que pudiera detener tanta calentura.A la hora de la siesta estaba bastante caliente. La concha me ardía un poco, pero no me dolía demasiado. Llamé a Víctor, pero rechazó venir a hacerme compañía, ya que estaba estudiando para rendir exámenes. Yo sabía que se reunía en su casa con Marisol, una linda putita que estudiaba con él. Seguramente se la cogía a esa turra mientras hacían descansar las neuronas de tanto quemarse la cabeza estudiando…Decidí que yo también podía hacer alguna trampa por mi lado.Me puse bermudas de jean y salí a comprar puchos. En la entrada del edificio estaba Manuel, el portero. Se deleitó mirando mis piernas y sonrió con cierta expresión de lascivia, mientras decía:“Estás sola en casa…cualquiera cosa que necesites…”Capté el doble sentido; pero lo saludé y pasé de largo...Al regresar, sentí otra vez esas ganas de comportarme como la putita de ese viejo verde…De solo pensarlo, ya me sentía mojada.Pero no quería humillarme al punto de tener que ir a rogarle a ese viejo verde que me cogiera. Entré a mi casa y llamé a un par de amigas bisexuales; pero ambas estaban muy ...

... ocupadas…Al final me quité la ropa y me di una ducha tibia; pero mi calentura no se modificó para nada. Me tumbé desnuda en mi cama y hundí un par de dedos en mi concha desesperada por una pija.Me hice una furiosa paja, hasta que mi cuerpo se arqueó hacia arriba y aullé como loca, mientras un buen orgasmo me recorría.Dos horas más tarde seguía más que caliente.Podía otra vez bajar a ese lugar mugriento donde Manuel me había cogido y pedirle que lo hiciera otra vez.Iba a ser humillante… pero eso me excitaba todavía un poco más.Víctor me llamó. Le pregunté si se había cogido a esa trola de su amiguita Marisol. Pero me juró que no. Le dije que no le creía y que entonces yo iba a hacer lo mismo que él. Me iba a hacer coger por el primer tipo que se me cruzara en la calle…Mi noviecito hermoso se enojó y colgó después de decirme que hiciera lo que yo quisiera…Finalmente me levanté de la cama y abrí mi ropero. Elegí una pollera bien corta y unas sandalias bien altas. Me vestí con eso y me miré al espejo. Estaba bien puta; a Manuel le iba a gustar así…Decidí no llevar bombacha; ya estaba cansada de tener que lavarlas después…Estaba nerviosa pero a la vez muy caliente, sintiendo mi concha muy humedecida. Ya no podía echarme atrás. Tenía que bajar al palier a buscarlo…No lo encontré a mano y eso me provocó bronca y más calentura. Seguramente estaría cogiéndose a su mujer; una mina más joven que él; con cara de puta y un tremendo cuerpazo lleno de curvas…Golpeé la puerta de su cuarto ...